Vestido de anaranjado y esposado de pies, manos y cintura, el exsecretario de seguridad pública Genaro García Luna aceptó su traslado a la Corte del Distrito Este Nueva York para enfrentar los cargos que le imputa el gobierno estadounidense.
En una audiencia con el juez federal David L. Horan en la Corte de Dallas, García Luna negó su derecho a disputar el traslado a Nueva York.
Cuestionado por el magistrado sobre si tenía alguna duda u observación sobre su proceso y si entendía de qué trataba la audiencia, así como la intención del gobierno de Estados Unidos de trasladarlo a Nueva York.
García Luna afirmó con la cabeza.
“Sí señor, muchas gracias”, dijo en español, lo que tradujo Michael Mahler, traductor de la Corte.
Visiblemente nervioso, García Luna escuchó la palabras del magistrado sentado, en una posición recta todo el tiempo y tomado de las manos.
A la audiencia en la Corte de Dallas acudió su esposa, Linda Cristina Pereyra, así como sus dos hijos adolescentes y sus abogados.
García Luna, de 51 años, fue arrestado la semana pasada en Dallas acusado de recibir sobornos de parte del cártel de Sinaloa. El exfuncionario del gobierno de Felipe Calderón fue aprehendido en un estacionamiento junto a un edificio donde, al parecer, renta un apartamento.
Durante la audiencia del martes, García Luna estuvo custodiado en todo momento por tres oficiales federales. Al final de la audiencia, que duró 10 minutos, García Luna vio a su familia y les mandó un beso. Ellos, en respuesta, se tocaron el pecho y lo vieron a los ojos.
