El opositor Partido Socialdemócrata, encabezado por el exlíder sindical Antti Rinne, es la formación más votada en las elecciones parlamentarias celebradas ayer en Finlandia, tras el cierre de los colegios electorales, con un 18.2 por ciento de los votos, de acuerdo con los primeros datos oficiales.
Los socialdemócratas, actualmente la cuarta fuerza política del país, han obtenido por ahora 1.7 puntos más que el partido conservador Kokoomus, del ministro de Finanzas en funciones, Petteri Orpo, que lleva 17.1 por ciento de los votos.
El también gobernante Partido de Centro del primer ministro finés, Juha Sipilä, se sitúa en tercera posición con el 15.4 por ciento de los votos (un 5.7 por ciento menos que en las elecciones de 2015), mientras que la formación de ultraderecha Verdaderos Finlandeses quedaría en cuarto lugar, con el 15.1 por ciento.
Aunque la última encuesta publicada otorgaba a los Verdaderos Finlandeses la segunda posición, por el momento, de acuerdo con los votos escrutados, suben menos de lo esperado.
Por su parte, Los Verdes logran el 11.4 por ciento de los sufragios, y la Alianza de Izquierda el 8.9 por ciento, con los democristianos y el Partido Popular Sueco (SFP) más alejados, con el 4.3 por ciento y el cuatro por ciento, respectivamente.
La formación Futuro Azul, separada desde hace dos años de los Verdaderos Finlandeses, se desploma, tal y como fue pronosticado en los sondeos, y obtiene sólo el uno por ciento de los votos.
De esta forma el líder socialdemócrata y exministro de Finanzas, Antti Rinne, podría ser el nuevo primer ministro de izquierda que tendría el país en dos décadas, si la formación responde a las encuestas y se convierte en el bloque más grande del Parlamento, aunque éste está muy fragmentado y serán necesarias las alianzas.
El exsindicalista, de 56 años, prometió aumentar los impuestos para financiar el bienestar y combatir la desigualdad económica, que según él ha aumentado bajo la coalición gobernante de centro-derecha.
Ésta es la primera vez en la historia del parlamentarismo finlandés en la que ningún partido supera un 20 por ciento de respaldo popular. Con estos datos, el Parlamento estará muy fragmentado y serán necesarias amplias alianzas para lograr un gobierno estable.
La “número dos” socialdemócrata, Sanna Marin, descartó en primer lugar un acuerdo con la ultraderecha. “Es difícil para mí imaginar al Partido de los Finlandeses y al SDP en el mismo gobierno. Es un partido conservador de derecha”, apuntó.
Los votantes eligieron entre dos mil 468 candidatos de 19 partidos para llenar los 200 escaños de la legislatura para los próximos cuatro años.
Estos primeros resultados corresponden al voto anticipado, en el que más de 1.5 millones de electores, equivalentes al 34.5 por ciento del censo total, acudieron a las urnas durante la semana pasada y que fueron publicados tras el cierre de los colegios a las 20:00 horas locales (17:00 GMT).
Dado que la participación suele situarse alrededor del 70 por ciento, el voto anticipado puede suponer cerca de la mitad de los sufragios totales emitidos.
Las autoridades electorales calculan que el escrutinio estará finalizado antes de la medianoche local (21:00 GMT).
