El futbol femenil mexicano ha perdido a uno de sus pilares. El cuerpo de Marbella Ibarra, ex entrenadora y ex directora deportiva de las Xolas de Tijuana, apareció en Rosarito, Baja California, abandonado en una bolsa de plástico y con evidentes signos de tortura, según confirmó ayer la Procuraduría de Justicia del estado. Se desconocía su paradero desde el pasado 19 de septiembre.
Aunque se alejó del futbol profesional en mayo de 2017 por proyectos personales, Ibarra fue una de las pioneras de la recién creada Liga Femenil MX y fundadora de las Xolas, el primer equipo profesional de futbol femenil del país.
Marbella luchó durante más de 30 años para que miles de mexicanas pudieran jugar al futbol sin prejuicios. Con apoyo de la directiva del Club Tijuana, fundó Xolas en 2014, pero desde 2008 tenía otro equipo amateur llamado Isamar FC, cuyo nombre lo tomó del salón de belleza que tenía en la ciudad fronteriza para poder mantener sus gastos, “porque en México todavía no se puede vivir del futbol femenil”, según dijo a El Financiero en febrero de 2017. “Cuando yo jugaba no había campos ni uniformes. No íbamos a torneos porque no teníamos recursos. Hoy quiero que mi equipo no sufra esas carencias”.
Ante las críticas por los bajos salarios de las futbolistas–que pueden ir de los mil 500 a los 20 mil pesos mensuales–, el presidente de la Liga MX, Enrique Bonilla, admitió en septiembre que la división femenil “no genera ingresos” porque las entradas a los estadios son gratuitas. Ibarra, sin embargo, siempre pensó que la única manera de lograr que el futbol femenil fuera un negocio redituable era a través de alianzas con la iniciativa privada. Es decir, saber vender este deporte, y no querer ofrecerlo como un producto alterno al futbol varonil.
Marbella contó en varias ocasiones a esta casa editorial las dificultades que tuvo que enfrentar para que los padres dejaran jugar futbol a sus hijas. Aseguraba que aún había muchas personas que consideraban al balompié “un deporte exclusivo de niños”. Una de sus mayores luchas fue la que libró contra todas las mamás que pensaban que sus hijas eran “unas machorras” sólo por querer anotar un gol.
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Frente a la carencia, la creatividad es la mejor arma. Ibarra utilizó esta vieja regla para formar equipos amateur y semi profesionales a lo largo del norte de la República. Formó alianzas con la Comisión Nacional Deportiva Estudiantil de Instituciones Privadas para organizar torneos. Ella ponía las jugadoras y, a cambio, las instituciones le pagaban con becas para las chicas.
La PGJ de Baja California informó que el homicidio de la ex entrenadora ocurrió durante la noche del viernes pasado, el mismo día que se llevó a cabo el partido entre Dorados y Xolos en el Estadio Caliente Jorge Hank..
