“El Gobierno mexicano llegó al encuentro de Glasgow, Escocia, Reino Unido, en medio de críticas por promover una reforma eléctrica que bloquea la generación a partir de fuentes renovables, mayormente en manos de privados, para devolver la rectoría del sector a la estatal Comisión Federal de Electricidad. Antes, la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador había estado en el centro de la polémica por impulsar la construcción de la refinería de Dos Bocas como una de sus prioridades.
Las autoridades enarbolan el discurso de la soberanía energética, mientras que los activistas medioambientales se exasperan por las apuestas gubernamentales por los combustibles fósiles. México exigió en el Grupo de los 20 (G20) que los países más ricos dieran más dinero para combatir el cambio climático, al tiempo que desapareció su propio fideicomiso nacional para atender el problema el año pasado.
El medio ambiente ha sido uno de los talones de Aquiles de la agenda del presidente e, incluso, ha provocado protestas por el papel protagónico de los megaproyectos en los discursos del Gobierno. Pero López Obrador no cree que las críticas estén justificadas”. (El País 03/11/21).
Otra crítica para el Gobierno mexicano estuvo a cargo del embajador del Reino Unido en nuestro país, Jon Benjamín, quien lamentó:
“México, un país que ha sido reconocido por su política exterior a favor de la lucha contra el cambio climático, llegó a la COP26 de Glasgow con metas menos ambiciosas a las esperadas”.
“El rol de México en la agenda multilateral, y particularmente en cambio climático, ha sido reconocido por ser constructivo y progresista, sin embargo nos apena que en las condiciones actuales no le hayan permitido contribuir nuevamente con una meta más ambiciosa de mitigación” en sus Contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), dijo el embajador en un mensaje a medios sobre la inauguración de la COP26, el domingo en Escocia.
A diferencia de Estados Unidos, Canadá, Brasil y el mismo Reino Unido, México no ha aún anunciado sus intenciones de avanzar hacia la neutralidad de carbono para mediados del siglo, una de las objetivos que perseguirá la COP en la siguientes dos semanas.
“Confiamos que con el ímpetu generado en Glasgow pronto podamos celebrar un nuevo compromiso hacia la neutralidad de carbono hacia el 2050, como se espera de todas las economías del G20”, dijo Benjamin.
El funcionario británico resaltó que aunque a nivel nacional no se ha hecho el anuncio, ya dos estados y 11 ciudades han comunicado su intención de alcanzar la neutralidad de carbono.
El diplomático británico también destacó el papel clave que la política exterior mexicana ha tenido en la lucha global del cambio climático. Por ejemplo, recordó que México fue sede de la COP16 en 2010, una reunión que sentó las bases para alcanzar cinco años más tarde el Acuerdo de París.
“No está de más decir que hace 11 años México, efectivamente, rescató un proceso que parecía casi perdido”.
Benjamín dijo que la semana pasada se reunió con los líderes de la delegación mexicana en Glasgow, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores, y con la subsecretaria de Asuntos Exteriores, Martha Delgado, para desearles suerte, aunque mencionó que se extrañaría la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Además, de las representantes del ejecutivo de México, la delegación mexicana también está conformada por 11 senadores, que no habían comunicado la posición que llevan a la cumbre. Otra parte de la delegación mexicana son jóvenes activistas climáticos que acompañan a los representantes del gobierno durante el encuentro.
La reunión más importante para el mundo
La COP 26, que se celebra del 31 de octubre al 12 de noviembre, carga con la etiqueta de ser la última gran oportunidad para que la humanidad alcance acuerdos concretos para reducir las emisiones de dióxido de carbono, y así, evitar un escenario catastrófico consecuencia del cambio climático.
“Lo que se acuerde en Glasgow será determinante para todos los que estamos aquí reunidos, nuestras familias y amigos. Todo lo que amamos de la vida puede ser destruido sino actuamos ya”, dijo Benjamin.
El embajador resumió las ambiciones de la COP26 en cuatro letras: ABCD. A es por autos, pues se pretende que los países adopten el compromiso de dejar los vehículos de combustión interna y cambiarlos por modelos de movilidad eléctrica.
“Hace 10 años, hablar de vehículos eléctricos en México era casi ciencia ficción, con sus altos precios parecía un error. Hoy vemos emocionados como cada vez ciudades mexicanos han encontrado en la electromovilidad un mecanismo para ofrecer un transporte moderno, digno y limpio que llega a las zonas más alejadas”, dijo Benjamin.
La B es por bosques, pues otro de los objetivos de la COP es frenar la deforestación. La ONU señaló esta semana que el conjunto de bosques patrimonio de la UNESCO absorben cada año 190 millones de toneladas de dióxido de carbono presentes en la atmósfera, que es la mitad del CO2 que se producen por la quema de combustibles fósiles en Reino Unido.
La C es por carbón, pues se busca que este combustible deje de ser utilizado para la generación de electricidad. China, el mayor emisor de CO2 del mundo, se comprometió en septiembre a dejar de financiar la construcción de plantas de electricidad que funcionen con carbón, aunque no anunció la fecha.
Sobre la reforma eléctrica en México, que ha sido calificada como un retroceso en términos medioambientales por activistas, partidos de oposición y especialistas, el embajador dijo que está pendiente del diálogo, pues este refleja las discusiones globales, pero evitó tomar una posición.
La D es por el dinero o el financiamiento contra el cambio climático. Este fue uno de los puntos que más trabó las discusiones en la COP25, así que se espera que en esta COP por fin se lleguen a las metas de financiamiento de los países ricos.
“Parece que no vamos a llegar exactamente a nuestra meta de 100,000 millones de dólares recaudados globalmente para la cumbre, pero sí para 2023 y de ahí en adelante vamos a exceder con creces la meta.”, dijo Benjamín.
El presidente Andrés Manuel López Obrador(AMLO) respondió a las constantes críticas generadas tras no asistir a la cumbre del clima de la ONU, COP26, en la que el canciller mexicano Marcelo Ebrard participó en su nombre.
Diversos integrantes de partidos opositores calificaron al mandatario mexicano de“provinciano”, esto tras no asistir a la cumbre COP26, en la que se anunció un acuerdo entre 110 países para detener la deforestación en 2030.
“Podemos contestarle a nuestros adversarios, cuando hablan que somos provincianos porque no voy a las cumbres del clima. Con mucho orgullo lo digo soy de Tepetitán, Macuspana, Tabasco, por eso sé la importancia de sembrar árboles”, afirmó el presidente en conferencia de prensa mañanera.
Ante esto, López Obrador destacó “con orgullo” que México es el país del mundo que más invierte en la reforestación, lo cual está reflejado en la inversión de mil 300 millones de dólares al año destinado para combatir la deforestación.
“No fui a la cumbre, fue Marcelo, lo hizo muy bien, pero nosotros estamos trabajando para heredar a nuestros hijos un país con agua, con oxígeno, un medio ambiente saludable. Es lo que estamos haciendo”, dijo.
Sin embargo, el mandatario terminó por lanzar duras críticas a las Cumbres; “Demasiadas promesas y pocas acciones concretas, menospreciando el alcance de estos encuentros para combatir la emergencia climática, al insinuar que son demasiado frívolos y protocolarios. “Ya basta de hipocresía y de modas”.
Mucho se especula sobre su negativa a asistir; se dice que no le gusta, y otros consideran que por su mermada salud no está en condiciones de viajar largas distancias. Algunos más opinan que se sabe incapaz de sostener un discurso o un diálogo más o menos coherente sobre los temas que ahí se abordan, y otros que simplemente es porque no habla inglés. No lo sabemos con seguridad.
Opinión.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1