A casi un mes del paso del huracán Nora por Puerto Vallarta, unas 50 familias de la localidad Playa Grande continúan parcialmente incomunicadas, luego de que la creciente del río Pitillal derribó el puente colgante.
Para poder llegar al otro lado del río la gente debe caminar por el cerro unos 30 a 40 minutos, entre la maleza, hasta llegar al otro puente colgante ubicado en la colonia San Esteban.
«Caminamos por el cerro, nos topamos con perros bravos, algunos toros y el peligro de las serpientes», relata uno de los habitantes de la parte que quedó incomunicada.
Fue la noche del 28 de agosto que la creciente del río se elevó y arrastró todo a su paso y un gigante árbol fue el que se impactó contra el puente colgante derribándolo.
«Por fortuna ya están reconstruyendo el puente, pero han sido muchas semanas en las que hemos tenido que caminar arriesgándonos para poder ir por nuestra despensa», agregó otra persona luego de llegar al otro puente para poder tomar el camión.
Durante este tiempo las personas continúan haciendo su vida de manera normal, sin embargo, piden a las autoridades que agilice los trabajos para reconstruir su puente, pues es largo del tramo por caminar los riesgos por sortear.