Hasta donde se puede percibir, creo que todos estamos de acuerdo en que es necesario y urgente para los niños y adolescentes el regreso a clases presenciales. Infinidad de estudios a nivel nacional e internacional así lo marcan, y la sociedad en general está de acuerdo con que así suceda.
El problema radica en el “cómo” hacerlo, a fin de garantizar a docentes y alumnos que su salud no estará en riesgo cuando acudan a los planteles educativos en el marco de una pandemia que ya se ha prolongado por más de 18 meses en nuestro país y siendo que no hay visos de que vaya a concluir en el corto y mediano plazo.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dio a conocer que apoyará a México con el diseño de protocolos que permitan el regreso seguro a las clases presenciales.
Luis Fernando Carrera Castro, representante de Unicef en México, explicó que de los 150 millones de niños y niñas que no han regresado a las aulas en el mundo por la pandemia de COVID-19, más de 37 millones son mexicanos. En este sentido, avaló la decisión del gobierno federal de que los niños y adolescentes regresen a las aulas a partir del próximo 30 de agosto.
“La decisión del gobierno de México, de la sociedad, de comprometerse a un retorno seguro a las escuelas, es un acontecimiento importantísimo para las niñas, niños de México, pero para el mundo este gesto que está promoviendo el retorno a clases es un gesto de valor mundial, en el mundo entero se está celebrando esta decisión”, dijo.
Carrera Castro comentó que el regreso a las aulas representa un desafío para todos los países del mundo. Detalló que, en los 18 meses que lleva la pandemia, 1,000 millones de niños han regresado a las aulas y 750 millones más están por volver a sus salones de clases.
El representante en México explicó que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ofrecerá acompañamiento a la Secretaría de Educación Pública en cuatro niveles:
1.Protocolos seguros. La Unicef apoyará a la SEP en el diseño de protocolos para garantizar un regreso seguro a los salones de clase, pero no para un día a la semana, sino para meses.
2. Monitoreo constante. El representante de la Unicef señaló que en el regreso a clases presenciales se puedan dar focos infecciosos, por lo que es importante monitorearlos y saber manejarlos.
3. Comunicación. También se trabajará en establecer canales de comunicación con los padres de familia y maestros para que tengan la información correcta.
4. Recuperar aprendizajes. Debido al cierre de escuelas desde hace 18 meses, el representante de la Unicef alertó que se han perdido aprendizajes, por lo que urge recuperarlos, así como trabajar en la salud mental de niñas y niños.
Antes, en un estudio dado a conocer a principios de abril de 2021, UNICEF había mencionado: “en México, 25.4 millones de alumnos y alumnas de educación básica y 5.2 millones de estudiantes de educación media superior siguen sin asistir a la escuela luego de que éstas cerraran como medida de mitigación para prevenir contagios de COVID-19. Ha pasado ya más de un año lo que ha impactado a niñas, niños y adolescentes no solo en el aprendizaje sino en su salud mental, su acceso a alimentos nutritivos o en el aumento del ciberacoso.
¿POR QUÉ PRIORIZAR LA
REAPERTURA SEGURA
DE LAS ESCUELAS?
El cierre de escuelas compromete el bienestar actual y la oportunidad de desarrollo hacia el futuro de la niñez y adolescencia, por ello es primordial pensar en la reapertura escolar de forma gradual y bajo las más estrictas medidas de prevención y mitigación de riesgos; además, se deben buscar soluciones que remedien el rezago sufrido son temas urgentes para la sociedad mexicana y deben ser tratados como tales.
El cierre también afecta los logros de aprendizaje alcanzados en el país después de varios años y el acceso de la población más vulnerable a un aprendizaje adecuado. Ir a la escuela se convierte en una prioridad sobre todo para quienes tienen menos posibilidades de estudio y aprendizaje fuera de los planteles educativos. Por ello, a menos que se asegure que las escuelas se encuentren entre los primeros espacios públicos en reabrir, en condiciones seguras, podríamos ver un retroceso en los avances alcanzados, la desigualdad aumentará y las comunidades y la economía sufrirán más durante las generaciones venideras que tomará años recuperar.
¿QUÉ SABEMOS SOBRE COVID 19
EN ESCUELAS Y EN NIÑOS Y NIÑAS?
Los datos de países individuales y varios estudios sugieren que los niños y niñas menores de 18 años representan alrededor del 8.5% de casos notificados de COVID, con relativamente pocas muertes en comparación con otros grupos de edad. La infección en los niños y niñas generalmente causa una leve enfermedad, sin embargo, se han registrado casos de enfermedad crítica también en niños y niñas. Al igual que con las personas adultos, las condiciones médicas preexistentes se han sugerido como un factor de riesgo para la enfermedad grave.
El grado en que los niños y niñas contribuyen a la transmisión del SARS-CoV-2 sigue sin comprenderse completamente. Datos actuales sugieren que niños y niñas infectados menores de 10 años son menos contagiosos que personas adultas. Los pocos estudios sobre contextos educativos donde las escuelas reabrieron o nunca cerraron sugieren que las escuelas no se asocian con un aumento de contagios al nivel comunitario.
Es importante tener en cuenta que en la mayoría de los casos las escuelas han reabierto junto con la implementación de varias medidas y algunas de las primeras investigaciones revisadas se recogieron en el contexto de reaperturas escolares relativamente limitadas.
Riesgos asociados al cierre prolongado de las escuelas
Interrupción de los aprendizajes
Hay que tomar en consideración que ya antes de la pandemia existía una crisis de aprendizaje” en el país – de acuerdo con las evaluaciones de aprendizaje PLANEA 2018, casi el 80% de las niñas y niños mexicanos no alcanzaban los aprendizajes esperados en las áreas de comprensión lectura y matemáticas. Estos rezagos se verán agudizados por el cierre de las escuelas.
Según la ENCOVID 19 Infancia:
En julio, 89.1% de los entrevistados reportó que los niños, niñas y adolescentes tomaron clases a distancia durante la cuarentena (ciclo escolar 2019-2020). Sin embargo, se observan diferencias dependiendo del nivel socioeconómico de los hogares: 84.8% en los estratos de menores recursos, 90.7% en los estratos medios y 95.1% en los estratos de mayores recursos pudieron participar de Aprende en Casa I.
También se encontró que solo 39.5% reporta tener conexión fija a internet, 34.0% tener al menos una computadora y 49.1% tener dos o más celulares, con menores porcentajes para los hogares de menores niveles socioeconómicos.
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