Hay una historia que me encanta, dice que “un periodista preguntó a una pareja:
— ¿Cómo se las han arreglado para estar juntos durante 65 años?
El viejecito amorosamente intercambió miradas con su esposa, misma que entendió que fuese ella la que respondiera:
— Nacimos en un tiempo en el que si algo se rompía, se arreglaba… no se tiraba a la basura.” 1
Antes heredábamos de los abuelos y de nuestros padres, como rico patrimonio familiar, la vajilla, la cuchillería, los sartenes, las recetas, las mecedoras, la sala, la recámara, los valores. Hoy, todo es desechable… ¡¡hasta los matrimonios!!
“En Estados Unidos, uno de cada dos matrimonios se divorcian. En Inglaterra y Francia, uno de cada tres. La mayoría de los divorcios están precedidos por meses o años de disputas, ofensas, desamor, peleas, desilusiones y frustraciones.
La intensidad de las emociones, el dolor, las ofensas, el rencor y otros sentimientos provocan un daño profundo en la pareja, difícil de reparar. La victimización de los hijos atrapados en la ‘batalla conyugal’, produce deterioros psicológicos en los menores.”
Las nuevas generaciones buscan a la pareja por su cuerpo moldeado del gimnasio, olvidan que “lo que la Madre naturaleza provee… el Padre tiempo se encarga de llevárselo”, y si no hay de por medio una pizca diaria de espiritualidad y de amor, esos que llenan tu carnalidad y tu alma del aroma más espectacular, que te lleva a gozar instante por instante la vida, a ser feliz en el aquí y el ahora… con el paso de los años se acaba el encanto.
Recuerda que en esta vida no hay matrimonio ni relaciones perfectas, las hay sí, saludables. Saludable significa no la ausencia de problemas sino tener el deseo, la capacidad, la humildad, la inteligencia, el amor y la habilidad de saber manejarlos.
El secreto es disponernos a participar en pareja con amor, en la fiesta de la vida, porque hasta “El Llanero Solitario” andaba acompañado de “Toro”. Esta vida es para vivirla alineado bajo la energía suprema generada por el poder del amor y la alegría… ¡pero en compañía!
Como hipnoterapeuta, me doy cuenta que muchas parejas fracasan porque viven bajo el poder del miedo, ignoran que todos los seres humanos tenemos miedos –al desempleo, a la vejez, a la soledad, a la enfermedad, a la muerte–, porque éste es la ausencia del amor, es una energía que nos desarmoniza, que afecta, debilita y desequilibra nuestra energía vital hasta paralizarnos.
El secreto de formarse para vivir en pareja, es el de aprender primero a amarte a ti mismo, a conectarte con la vida a través de la oración y el perdón, pensando siempre en positivo; los jóvenes deben saber que el amor –que va más allá de la concupiscencia carnal–, cambia lo grave en sencillo, lo irrealizable en éxito creador, dejando que salga a flote esa parte divina que hay en tu interior.
Aprender a vivir en pareja forma parte de las lecciones que la vida tiene para ti, te enseña a que diariamente sepas abrir tu corazón para que seas capaz de recibir el mensaje de amor y esperanza que la vida te tiene.
Parafraseando a Osho, diría “Si alguien llega a tu vida, agradécelo; si se va… ¡es porque no lo necesitas!”
Y el viejo Filósofo completa:
“La principal causa del divorcio… ¡ES HABERSE CASADO!”
1 http://reflexionesparatiyparami.blogspot.mx/2012/07/una-periodista-pregunto-la-pareja-como.html
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