En lo que ha trascendido -vía redes sociales y medios de comunicación- de la crisis desatada en Cuba desde el pasado sábado cuando miles de persona salieron a las calles en lo que ya se identifica como la rebelión más grande desde 1994, se ve a los inconformes gritar consignas contra el gobierno socialista; claman “Patria y Vida”, exigen “libertad”, que “termine la dictadura”, repiten una y otra vez “No tenemos miedo”. Pero en ninguna de las expresiones se ha escuchado a los habitantes de la isla pedir que “termine el embargo” que mantiene Estados Unidos. En cambio, el presidente Miguel Díaz-Canel, ha intentado desviar la atención acusando que de ese conflicto deriva el malestar de la gente y las manifestaciones. ¡Un engaño del oficialismo!.
En Cuba, la gente no ha salido a las calles a revelarse contra el gobierno porque quieran McDonald’s, o porque deseen tener algún producto o marca en específico. Lo hacen porque están hartos de un sistema de más de 60 años en un país donde el tiempo se detuvo, donde están deseosos de la libertad que entonces perdieron bajo la égida de un gobierno represor, de una dictadura que los había mantenido alejados del mundo hasta que llegó el internet y entonces se dieron cuenta de lo que ocurría más allá de sus fronteras.
El embargo es más simbólico que real, siendo que Estados Unidos es uno de los países con los que más intercambio comercial sostiene y de donde recibe miles de millones en remesas cada año, sin menoscabo de que Cuba tiene más de 27 tratados bilaterales con 90 países. Sus exportaciones alcanzaron el 17.15% de su PIB.
Respecto al embargo del país de las barras y las Estrellas, una publicación de CNN recapitula que el 1 de enero de 1959 una unidad del ejército rebelde ingresó en La Habana, marcando el triunfo de la Revolución cubana liderada por Fidel Castro y el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista.
Habían pasado poco más de dos años desde la llegada de los primeros revolucionarios a Cuba a bordo del yate Granma, tras lo cual se inició una lucha armada desde la Sierra Maestra, y el triunfo generó desconcierto y expectativas en toda la región.
Las relaciones entre el nuevo gobierno revolucionario y Estados Unidos, sin embargo, fueron extremadamente tensas desde los inicios, y han estado caracterizadas especialmente por el embargo, o bloqueo —como lo llama Cuba—, al cual el gobierno de Miguel Díaz-Canel ha culpado por las recientes protestas.
En declaraciones en la televisión, el presidente de Cubano, dijo el lunes tras las protestas que se le explicó a la población que iban a “entrar en un período difícil, de dificultades y carencias económicas” desde el 2019 cuando se comenzaron a aplicar las “medidas restrictivas” y una “política de sanciones” en el gobierno de Donald Trump.
¿Pero en qué consiste exactamente este embargo?
En 1960 Cuba comenzó una ola de nacionalizaciones que afectó intereses estadounidenses por un valor de US$ 1.000 millones, incluyendo tierras y refinerías de azúcar en la isla.
En consecuencia, el entonces presidente de Estados Unidos, Dwight Eisenhower, estableció ese mismo año el primer embargo sobre la Cuba revolucionaria: prohibió las exportaciones de Estados Unidos a Cuba, excepto medicinas y algunos alimentos.
La larga historia del embargo de EE.UU. sobre Cuba
En febrero de 1962 el gobierno de John F. Kennedy amplió el embargo, extendiendo las restricciones a las importaciones cubanas, en base la Foreign Assistance Act aprobada por el Congreso en 1961 y que permitía al presidente imponer estas medidas hasta que el gobierno cubano avanzara en la compensación de ciudadanos estadounidenses por las nacionalizaciones.
Este embargo sigue vigente en la actualidad, aunque en décadas recientes ha sido extendido y aliviado parcialmente en diferentes oportunidades.
Durante el gobierno de Bill Clinton, las leyes Cuban Democracy Act (1992) y Cuban Liberty and Democracy Solidarity Act (1996) reforzaron el embargo.
Esta última legislación, conocida como la ley Helms-Burton, nació con el objetivo principal de limitar las operaciones comerciales de otros países con Cuba y llevó el embargo a nuevos niveles. En concreto impide que el embargo sobre Cuba fuera levantado sin autorización del Congreso; requiere el bloqueo obligatorio de las visas para individuos que se beneficiaran de propiedad confiscada por Cuba; y permite a estadounidenses nacidos en Cuba demandar a quienes confiscaron sus propiedades en la isla.
Fue aprobada en un momento de altas tensiones entre Washington y La Habana luego del derribo de dos aviones civiles pertenecientes al grupo anticastrista “Hermanos al rescate” por parte de la Fuerza Aérea de Cuba en 1996. Murieron cuatro personas, entre ellas tres ciudadanos estadounidenses.
Durante la presidencia de Barack Obama las relaciones entre Estados Unidos y Cuba mejoraron y hubo medidas para aliviar la situación: se retiraron restricciones de viaje, se retomaron vuelos comerciales entre ambos países, se relajaron parte algunas sanciones, se quitó a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo y en 2015 se reanudaron las relaciones diplomáticas con la reapertura de la embajada de EE.UU en La Habana.
Pero tras la asunción de Donald Trump en 2017, se dio marcha atrás con gran parte de estos cambios, reforzando el embargo con sanciones entre 2019 y 2021, restringiendo nuevamente los viajes y volviendo a colocar a Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo.
60 años de embargo y debate
El embargo de EE.UU. sobre Cuba lleva casi 60 años y ha generado intensos debates desde su implementación.
“El embargo como tal al final de cuentas ha sido un embargo a medias o terceras, extraordinariamente poroso. Incluso antes de la ley Helms-Burton era imposible asegurar las partes extraterritoriales del embargo”, dijo a CNN Eduardo Gamarra, profesor de política internacional en la Universidad Internacional de Florida.
A manera de ejemplo, explicó que “gran parte del boom turístico de Cuba ha sido gracias a la inversión española”. “Cuando uno ve a secas el argumento de que el embargo ha causado los problemas de Cuba, esa línea es falsa”.
“Cuba fue una economía completamente subsidiada por la Unión Soviética hasta 1990, y cuando se acabaron esos subsidios se vio la naturaleza real del sistema, con monopolio del Estado y poca iniciativa privada, y se vio obligada a abrirse a finales de los años 90”, consideró Gamarra.
“El embargo ha sido la forma de justificar el fracaso de la revolución. Gran parte de lo que pasa ahora es producto del acceso al mundo del cubano de a pie a través de las comunicaciones”, dijo.
Para Frank Calzón, politólogo cubano y activista por los derechos humanos, “gran parte de lo que el gobierno de Cuba llama bloqueo es mentira, EE.UU. le vende a Cuba todo lo que necesita, pero le exige que el pago sea al contado. Las grandes mentiras del castrismo ya nadie las cree”.
Mientras que Sebastián Arcos, licenciado en Relaciones Internacionales y director adjunto del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida, dice que se trata de una “narrativa oficial que lleva décadas”. “Los cubanos ya no creen en esa narrativa, es una explicación simplista que no refleja la realidad”, dijo.
¿Con quién comercia Cuba actualmente?
Según datos de 2019 del Observatorio de Complejidad Económica de Instituto Tecnológico de Massachusetts, China es el principal destino de las exportaciones de (38,2%), seguido por España (10,5%), Países Bajos (5,44%), Alemania (5,37%) y Chipre (4,05%).
Mientras que Cuba obtiene sus importaciones principalmente de España (19,2%), China (15%), Italia (6,2%), Canadá (5,4%) Y Rusia (5,39%), entre otros,
Algunas de sus principales exportaciones son tabaco, azúcar, bebidas alcohólicas, níquel y zinc. Mientras que entre las principales importaciones figuran la carne de pollo, trigo, maíz y leche concentrada.
Es pues un engaño que los Cubanos estén en las calles reclamando por el bloqueo o embargo de Estados Unidos, como lo ha pretendido vender Díaz-Canel en sus declaraciones. Están alzando la voz para exigir medicamentos, alimentos, luz eléctrica, el fin de la tiranía, democracia, libertad de expresión, de asociación y de empresa. Piden Libertad, Patria y Vida.