La administración de Seapal Vallarta que encabeza Santiago Centeno Ulín, refrendó el Certificado a la Calidad Sanitaria del Agua Potable para Uso Humano, que otorga la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Jalisco (Coprisjal).
El titular de la Octava Región Sanitaria de la Secretaría de Salud, doctor Vladimir Atilano Barraza, hizo entrega oficial de los certificados que avalan este nuevo logro, durante una visita a las oficinas centrales del organismo.
Son 30 años consecutivos en la zona urbana de Puerto Vallarta, 10 en la delegación de Las Palmas y por primera vez en el subsistema de agua potable del Fraccionamiento Ecoterra, en que se consigue este distintivo que enorgullece a los vallartenses y reconoce al destino a nivel nacional y estatal por tener la más alta calidad en los procesos del agua potable que se suministra a la población y visitantes.
Santiago Centeno reconoció el trabajo de la dirección Operativa que encabeza Óscar Castellón Rodríguez y a los departamentos directamente involucrados en este proceso de certificación, especialmente a la QFB Soraya Topete Camacho, quien coordina las tareas que hacen posible refrendar cada año este distintivo.
Afirmó que mejorar la calidad del servicio ha sido una prioridad durante estos 16 meses de administración, por lo que este logro tendrá una repercusión directa en la oferta del destino de cara a la recuperación económica que se vive actualmente por la pandemia a causa del Covid-19, así como en la salud y bienestar de la población.
Por su parte, Atilano Barraza, dijo que con esta entrega, todos los vallartenses tienen la seguridad que estamos protegidos en los temas de salud que corresponden al agua potable.
“La salud pública es importante, así como lo es tener agua limpia y segura de consumo humano. Felicitar por todos los protocolos que se vienen haciendo y el buen trabajo de SEAPAL es fundamental para cumplir con esta calidad”, subrayó.
Cabe señalar que se cumple cabalmente con la normativa NOM-127-SSA1-1994, NOM-179-SSA1-1998 y NOM-230-SSA1-2002, para que el vital líquido que se distribuye a la población y franja turística, cuente con las características fisicoquímicas y bacteriológicas para considerarse apta para consumo humano.
