La pandemia por Covid-19, que se ha cobrado un millón 240 mil 344 vidas a lo largo del mundo durante el 2020 según datos de la Universidad Johns Hopkins, se suscitó una carrera entre distintos laboratorios y empresas por el desarrollo de una vacuna contra el virus SARS-CoV2. Si bien, a principios de noviembre del 2020 se contaba con 47 proyectos farmacéuticos registrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), 10 de ellos ya se encuentra en la fase 3 de pruebas clínicas. A continuación se presentan algunas de las novedades de esta búsqueda por la inmunización global.
Probar las vacunas es un proceso largo y complejo, donde participan primero un número reducido de personas. En la fase 1, utilizan para prueba hasta 100 personas, y está dedicada a analizar posibles reacciones secundarias y determinar la dosis necesaria. Más adelante, en la fase 2, se evalúa la respuesta del sistema inmune de un mayor número de participantes. Mientras en la fase 3, el número de participantes aumenta a miles y se realiza en condiciones naturales de la enfermedad, sin control de laboratorio. En ese momento se observan posibles efectos secundarios no percibidos en la fase anterior.
El Instituto Jenner de la Universidad de Oxford en Reino Unido, en colaboración con AstraZeneca, llevan la delantera con un fármaco con buenos resultados en sus pruebas. Desarrolla inmunidad en los adultos mayores ante el virus de la Covid-19 y hasta ahora no ha presentado complicaciones de efectos secundarios en los participantes. Además, la Comisión Europea (CE) ya firmó un contrato con el laboratorio inglés para suministrar hasta 300 millones de vacunas a la Unión Europea (UE).
A pesar de haber detenido el proyecto de prueba en octubre del 2020, Janssen, filial Johnson & Johnson, ha demostrado importantes avances en su vacuna Ad26.COV2-S. La letra S en su nombre, indica su principal característica: generar inmunidad ante la proteína S del nuevo coronavirus (proteína encontrada en la primera capa de su composición).
Moderna, laboratorio estadounidense, espera superar la fase 3 de su vacuna mRNA-1273 durante noviembre de 2020. Está formada por un ARN (ácido ribonucleico) mensajero con información del SARS-Cov2. Dicha solución prepara de forma natural una respuesta efectiva del sistema inmune en la persona propensa a contagiarse.
Por su parte, Sinovac, farmacéutica china, ha generado altas expectativas al probar su vacuna contra la Covid-19 en miles de personas en Brasil y al exponer su capacidad de producción de 300 millones de dosis al año. Este fármaco funciona por medio de virus inactivos y purificados. Una vez dentro del cuerpo, el sistema inmune los reconoce y responde naturalmente ante la amenaza.
Cabe mencionar el rechazo a la vacuna por parte de algunos sectores de la sociedad. Una encuesta realizada por el Foro Económico Mundial y el Instituto Ipsos, en donde participaron más de 18 mil 500 adultos, exhibió que 1 de cada 3 personas en Alemania, España, Estados Unidos, Italia, Sudáfrica y Japón no piensa administrarse la vacuna.
Según especialistas, la aplicación masiva y generalizada de una vacuna contra la Covid-19 podría ser hasta 2021. Hugo Sigman, fundador y director de Grupo Insud, pronosticó la llegada de la vacuna a Latinoamérica hasta marzo o abril de dicho año. Sin embargo, todo depende de que las farmacéuticas puedan probar la seguridad y efectividad de sus soluciones frente a las autoridades de salud en el mundo.