La muerte del abogado Javier Ordoñez a manos de la policía de Bogotá durante la noche del 8 de septiembre, desató una ola de protestas contra la violencia policial en las principales ciudades del país. Las mayores concentraciones se dieron durante dos noches en Bogotá, alrededor de las estaciones de policía llamadas Comandos de Atención Inmediata (CAI). Manifestantes quemaron y pintaron diversos CAIs, lo que desató una violenta respuesta por parte de las fuerzas policiales que al momento ha dejado un saldo de 11 muertos y más de 400 heridos.

Colombia despertó el miércoles 9 de septiembre con un video circulando en redes sociales donde se observa a dos elementos de la policía de Bogotá sometiendo a Javier Ordoñez, de 43 años, y propiciándole varias descargas eléctricas con una pistola taser. A pesar de los gritos de la víctima, quién suplicaba que pararan, los policías continuaron electrocutándolo hasta dejarlo inconsciente. Posteriormente fue llevado a la estación de Villa Luz, donde horas más tarde se confirmó su muerte, de la cual aún se desconocen las causas.

Las manifestaciones se concentraron alrededor de diferentes estaciones de policía del país, principalmente en Bogotá, Cali y Medellín, siendo la capital del país el lugar donde se vivió la mayor violencia. Ciudadanos pintaron, destruyeron y prendieron en fuego los Comandos de Atención Inmediata. Dichos ataques responden a una rabia acumulada por parte de la ciudadanía, quien constantemente es víctima de violencia y abuso por parte de las fuerzas policiales.

Fuerzas antimotines y policía repelieron a la ciudadanía con suma violencia. Tan solo en Bogotá, el miércoles hubo 379 heridos y 7 muertos, de los cuales 66 fueron impactados con arma de fuego. El jueves continuaron las manifestaciones en Bogotá, Medellín, Barranquilla, Manizales Pereira y Cúcuta, dejando un saldo de 11 muertos y más de 400 heridos.

El asesinato de Javier Ordoñez no es un hecho aislado, según la alcaldía de Bogotá en 2020 se han recibido 137 denuncias por uso excesivo de la fuerza y violaciones de derechos humanos por parte de la policía. La ONG Temblores, institución que se encarga de hacer seguimiento a casos de abuso policial en América Latina, afirma que en Colombia han muerto más de 600 civiles por acciones policiales entre 2017 y 2019.

Claudia López, alcaldesa de Bogotá, cuestionó el uso indiscriminado de armas de fuego y la brutalidad contra la población e hizo un llamado a la institución policial a reconocer el “ataque directo a varios ciudadanos”. A su vez hizo un llamado a la calma y aseguró que “nunca en nuestra historia, la violencia ha solucionado absolutamente nada en Colombia”.