El incremento de arrestos en Bielorrusia por las manifestaciones en contra del presidente Aleksandr Lukashenko parece no tener fin. Desde las elecciones en agosto de 2020, los ciudadanos han protestado por fraude, mientras la opositora Svetlana Tikhanovskaya continúa su exilio en Lituania. ¿Cuál fue el origen de las protestas y cómo fue que terminó desarrollándose?

Debe comprenderse, Aleksandr Lukashenko ha estado en el poder desde 1994, comúnmente conocido como “el último dictador de Europa” y fiel a Rusia. Asimismo, el producto interno bruto (PIB) per cápita de los bielorrusos fue de 5.357 euros en 2018, posicionado en el puesto 94 de 196 países del ranking, mostrando un nivel de vida muy bajo para los pobladores, lo que aunado a la censura, aumentó el descontento de los habitantes.

La gota que derramó el vaso fue en las elecciones presidenciales del 9 de agosto: Tikhanovskaya, profesora de inglés, se había postulado en lugar de su esposo Sergey Tikhanovsky, quien había sido arrestado; como líder de la oposición por un gobierno más democrático tenía el voto de la gente. Sin embargo, el comité que contó los votos aseguró, Lukashenko ganó con el 80% a favor y Svetlana sólo el 10%, ante la falta de observadores independientes y gran cantidad de irregularidades encontradas se comentaba de otro fraude electoral.

Ante la reelección del “dictador”, gran cantidad de personas realizaron protestas en diversas ciudades del país la noche del 10 de agosto, la represión fue de esperarse cuando las Fuerzas Especiales arrestaron a más de 3 mil ciudadanos; protestas realizadas en días posteriores también han terminado en represiones con cañones de agua y arrestos de otros tantos miles de personas.

Mientras tanto, ante el arresto de Svetlana Tikhanovskaya y su exilio en Lituania por la seguridad de sus hijos, la opositora continúa con la exigencia nuevas elecciones que cumplan las leyes. “Siempre hemos creído que debemos defender nuestra voz sólo mediante medios legales y no violentos, pero las autoridades han convertido las protestas pacíficas en un baño de sangre”, declaró Tikhanovskaya en un video filmado desde su exilio, “la situación es crítica”.

Los arrestos, así como las manifestaciones no se han detenido, la más reciente fue el domingo 6 de septiembre en Minsk, la capital de Bielorrusia, con más de cien mil personas en las calles, donde la represión policial estaba preparada; se han documentado cerca de cien arrestos en esta manifestación. Lukashenko no parece ceder ante las exigencias de “las ratas” de la oposición, como él mismo menciona, pero los bielorrusos continúan llenando las calles por un cambio en el gobierno a favor de la democracia.