mañanera claudia sheinbaum

Aerolíneas diseñan métodos de desinfección de aviones para reactivar el sector

Muchas industrias han sido afectadas gravemente por la pandemia de coronavirus y una de las más afectadas es la aérea. La Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO por sus siglas en inglés) informa, hasta el momento, este sector ha visto una disminución del 48,4% en el tráfico mundial de pasajeros, equivalente a 612 millones de usuarios, y de no remediarse esta situación a finales de 2020 podría llegar al 71% alcanzando los mil 500 millones de asientos vacíos. Ante esto, las aerolíneas trabajan en protocolos para desinfectar aviones, ofrecer viajes aéreos seguros y recuperar la confianza en la seguridad de este sector.

Aunado a los esfuerzos de la ICAO por aumentar los controles de temperatura y desinfección en los aeropuertos y un mayor énfasis en el aseo de las aeronaves, la principal complicación es desinfectar los productos básicos de limpieza mismos, que siguen bajo constante contacto humano. Ante ello han surgido nuevos métodos y, de momento, estos son algunos que se utilizan.

Una de ellas es la recomendada por los mismos fabricantes de las aeronaves y consiste en usar una solución acuosa concentrada al 70% de alcohol isopropílico como desinfectante de superficies táctiles. Otro método aprobado por especialistas es el uso de oxígeno e hidrógeno ionizado a partir del vapor del agua en la atmósfera, que garantiza la total desinfección del avión, pero es un proceso largo de dos horas y repercute en el flujo de los vuelos. Un último consiste en emplear oxigeno atómico, técnica usada principalmente en ambulancias y que ahora se ha adaptado a las aeronaves, aunque dado el poder oxidante del oxígeno, podría afectar los componentes electrónicos de la aeronave.

También existen otras opciones que aún se están adaptando y no se sabe si serán eficaces, una de ellas es el uso de ozono (un alótropo del oxígeno) como desinfectante. Este método se usa en bares y locales comerciales al limpiar la atmósfera interior de estos, pero para desinfectar superficies en aviones se tendrían que emplear cantidades superiores a las tolerables por humanos y sería un proceso tardado.

Una alternativa reciente es la luz ultravioleta tipo C, la cual puede destruir el material genético de virus y bacterias gracias a la fuerte radiación, pero es dañina para los seres humanos al irritar la piel y dañar los ojos por lo que si se llega a usar debe ser aplicada por personal certificado con equipo especial y sin pasajeros cerca.

Con el fin de reducir el riesgo de este mecanismo, científicos de la Universidad de Columbia están desarrollando un nuevo tipo de esta luz que sería menos peligrosa de usar. Ya han recibido solicitudes de muchas compañías aéreas por lo que se espera un crecimiento en el mercado al menos durante los próximos cuatro años de este producto.

Debido a las grandes pérdidas monetarias que ha sufrido esta industria con el cese de vuelos internacionales en el contexto de la pandemia por Covid-19, la reactivación de este sector es inminente. Pero se hace necesario un protocolo estándar bien definido a nivel internacional con miras a desinfectar las aeronaves y aeropuertos, así como para procurar el correcto ejercicio de la higiene entre los pasajeros.

MÁS NOTICIAS