De que los hay, los hay… Servicios funerarios y de ataúdes a la alza por pandemia, por lo que los abusos no se han hecho esperar, aunque éstos no se generan propiamente por parte de las empresas, sino de los dolientes, que una vez que logran el crédito o las facilidades de pago, ya no regresan, según el testimonio de una trabajadora de uno de estos establecimientos de nombre, Irene Hernández Delgado.
“He sabido de otras funerarias que sí abusan de las personas y más cuando requieren el servicio económico, pero pues en sí no abusan de ellas, aquí en esta funeraria, que es aquí de Don Juan Ramírez, no, es al contrario, aquí el servicio es el mismo, no suben los precios ni nada de eso, aquí vienen, pero ahorita no hay sala de velación a consecuencia del COVID, entonces los que pasan son solo unas dos, tres, cuatro horas y ya derecho al crematorio, pero no abusan, no hay abusos aquí”.
– ¿Me decía que, hay quienes incluso quedan a deber?
– Hay personas que porque necesitan y él se compadece de éstas que están necesitadas, fía los paquetes, y a la hora de la hora pues nada más le dan cualquier cosa, que viene siendo prácticamente el enganche, y no las terminan de pagar, y ya se hacen sordos, no pagan.
ABUSO DE CONFIANZA
Ante esta situación de abuso y de pandemia, además de dolor que trae consigo la muerte, doña Irene Hernández considera que debe de prevalecer la conciencia por ambas partes: cliente-empresas.
“Si todas las personas fuéramos conscientes del bien que nos hacen, y a la hora de la hora pagamos mal, pues entonces aquí no hay seriedad en las personas que es la clientela, no hay seriedad, mientras que están con su dolor, sí, ahí vienen, le lloran a Juan y ¿qué es lo que hace él?, pues por humanidad les deja o suelta los paquetes, para que después abusen de él, y ya no regresan, eso es todo lo que yo les puedo decir, apuntó.