mañanera claudia sheinbaum

Con respaldo del IMMUJER Alma encontró apoyo y mejoró su calidad de vida

Es muy curiosa mi historia, porque había participado años atrás en las primeras campañas de concientización para alertar a las mujeres y que no permitieran el maltrato, pero hay violaciones a nuestros derechos que acabamos tomando como normales, y no lo son, como es una mala atención médica aun siendo derechohabientes, donde cualquiera de nosotras puede estar mal diagnosticada o podemos recibir malas prácticas médicas, y no siempre por negligencia del médico, sino porque las instituciones no les proporcionan los insumos ni equipo necesario”.

Así lo comentó Alma, madre de familia y vecina de San José del Valle, quien vivió un viacrucis médico como derechohabiente de una institución pública, en la cual le fue detectado el Virus de Papiloma Humano, pero suspendió su tratamiento por malos tratos, burocracia, falta de medicamento, y su situación económica no le permitía tener una segunda opinión médica.

“En enero de 2018 me hicieron una intervención con láser en Tepic, yo me atendía en Vallarta pero me trasladaron hace poco más de un año para retirar las lesiones con el famoso ‘cono’, y esta semana al finalizar febrero sería intervenida de nuevo, pero lo difícil es que en cada tratamiento te hostiguen para ser operada radicalmente y deberían respetar mi derecho a decidir si quiero sanar de una forma u otra”, expresó Alma.

Relató que al platicar su situación médica con una amiga, ella le comentó del Instituto Municipal de la Mujer, instancia a la que acudió sin pensarlo y en la cual encontró apoyó, al ser escuchada por el personal de psicología, pues su situación emocional era de desesperación al no observar resultados en el diagnóstico y tratamientos que llevaba.

Para Alma, llegar al IMM le cambió la vida, lograron que se le diera una segunda opinión en el ISSSTE, “afortunadamente salí limpia en estos últimos exámenes, libre del Virus del Papiloma Humano, y si mi cuerpo respondió a los tratamientos aunque no pude seguirlos como debía ser, porque mi clínica no siempre tenía los medicamentos, pues es algo que debo agradecer a Dios y al doctor Jaime Cuevas por esto que está haciendo por nosotras las mujeres de Bahía de Banderas”, concluyó.

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