mañanera claudia sheinbaum

Desarrollan máquina capaz de desinfectar mascarillas para extender su vida útil

La pandemia de coronavirus ha provocado que mascarillas, cubrebocas y caretas sean parte del uso rutinario de muchas personas para evitar contagiarse del nuevo virus; esta situación generó una gran demanda así como desabasto. Como posible solución, un grupo de investigadores desarrolla una máquina que produce agua oxigenada para desinfectar las mascarillas.

Gran parte de las mascarillas que usa la gente hoy en día para protegerse del coronavirus tiene una vida muy limitada, incluso las del uso del personal médico para atender a los pacientes. Por lo general estas se vuelven inservibles tras solamente un día de uso.

Desde las recomendaciones de gran parte de las instituciones de salud, así como la regulación por parte de algunos gobiernos del mundo para usar siempre cubrebocas en las calles se ha mostrado un desabasto de este producto. Para ahorrar recursos y evitar el desabasto, un grupo de investigadores ha desarrollado una máquina para desinfectar mascarillas que funciona de forma autónoma.

Tal maquina se está desarrollando principalmente para los hospitales, ya que muchos de ellos contratan a compañías externas para desinfectar las mascarillas. El invento ahorraría dinero al no depender de los servicios de otras empresas, y también se ahorrarían recursos humanos debido a su autonomía.

Un proceso simple es la forma de operar de esta máquina: sólo se conecta a la corriente eléctrica y se pone agua común en el recipiente del artefacto para que esta pase por un proceso químico convirtiéndola en agua oxigenada.

Si se llega a implementar este invento se ahorraría hasta un 70% de los costos en los hospitales, según los analistas, debido la naturaleza del agua oxigenada: no es estable y se descompone muy rápido al entrar en contacto con la luz o el aire, incluso antes de destapar el recipiente donde se almacena ya se ha empezado a descomponer.

Otros beneficios son que se trata de un dispositivo portátil y se trata de un método más ecológico, puesto que el proceso químico es menos tóxico comparado a los usados en los procesos industriales. Esto se debe a que originalmente el equipo de investigadores involucrado comenzó este proyecto buscando un método más ecológico en los procesos de reciclado de baterías, pero debido a la pandemia, cambiaron el rumbo de su investigación para ayudar a mitigar el impacto de la Covid-19.

Actualmente el dispositivo se encuentra en fase de pruebas como describe el estudio publicado en Nature Communications, pero se espera pronto pase esta etapa para iniciar su fabricación y distribución a los hospitales. Acción que beneficiaria en gran medida tanto económicamente como sanitariamente a la sociedad porque se prevé el uso de las mascarillas seguirá incluso después de la cuarentena.

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