El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó los procedimientos y pasos que se siguen en el manejo y entrega de cadáveres con diagnóstico confirmado o sospecha de COVID-19.
Mediante un comunicado, el especialista del IMSS Francisco Simbron Juárez, explicó que los cadáveres infectados por el virus pueden suponer un riesgo de infección para las personas que entran en contacto directo.
Por lo cual, detalló que en el IMSS el proceso de la entrega de los cuerpos inicia desde que el personal médico da aviso de una defunción con diagnostico o sospecha del virus al personal de trabajo social.
Este, a su vez, es quien se encarga de localizar a los familiares y realiza el certificado de defunción mientras que el personal de enfermería se encarga de colocar el cadáver en la bolsa especial para dicho fin.
Señaló que los familiares deben entregar a la brevedad el acta de nacimiento y la identificación oficial de la persona para que el cuerpo se les entregue lo antes posible.
“Además, posterior a esto, (deben) dar aviso al servicio funerario informando el diagnóstico de sospecha o confirmación por COVID-19, para que se tomen las medidas de protección y evitar más contagios.
“Una vez que se encuentran con el certificado de defunción ya elaborado, se puede entregar el cadáver en el área de patología”, apuntó el coordinador de Programas Médicos en la División de Hospitales de Segundo Nivel.
En caso de que la familia directa se encuentre en aislamiento, indicó que el trámite podrá realizarlo cualquier otro familiar cercano o amigo, con previa evaluación del caso y autorización por trabajo social.
Si una persona fallezca en su hogar, apuntó que el familiar debe dar aviso de inmediato a la unidad médica donde el paciente fue tratado, y en caso de que nunca haya recibido atención se deberá dar aviso a las fiscalías de la ciudad o del estado para que un equipo forense realice una autopsia verbal.
Para la situación de connacionales fallecidos en el extranjero a causa del COVID-19, Simbron señaló que existen leyes que aplican a nivel internacional para la repatriación de cadáveres, trámite que debe hacerse a través de las embajadas o los consulados mexicanos.