Tepic.- El 3 de mayo se le conoce como el Día de la Santa Cruz y también es la celebración del Día del Albañil, lo cual es una tradición en la que los trabajadores coloquen una cruz de madera en lo alto de la fachada de la construcción, la suelen adornar con flores, listones o papel china. Asimismo, se acostumbra que la cruz sea bendecida y que el patrón o jefe de la obra sea quien les ofrezca comida a los albañiles. El contexto de ambas celebraciones es la religión.
En el caso de la Día de la Cruz data del siglo IV y que hace referencia a la cruz de madera en dónde murió Jesús de Nazaret. La celebración es el 3 de mayo porque es la fecha, pero del año 326, cuando se encuentra dicha reliquia sagrada.
Pero también este día se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, sin embargo en México los periodistas celebramos la Libertad de Expresión el 7 de junio. Cada año, el 3 de mayo es una fecha en la que se celebran los principios fundamentales de la libertad de prensa.
Esta fecha brinda la oportunidad de evaluar la libertad de prensa a nivel mundial, de defender los medios de comunicación de los ataques sobre su independencia, así como de rendir homenaje a los periodistas que han perdido sus vidas en el desempeño de su profesión.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, en cumplimiento de una recomendación aprobada en la 26ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO en 1991. Esto, a su vez, fue una respuesta a un llamamiento de los periodistas africanos que en 1991 elaboraron la histórica Declaración de Windhoek sobre el pluralismo y la independencia de los medios de comunicación.
La libertad de prensa y la libertad de expresión constituyen el núcleo del mandato de la UNESCO. La UNESCO considera que estas libertades permiten el entendimiento mutuo para construir una paz sostenible.
En nuestro país, la Libertad de Expresión contribuye a ejercer otros derechos y libertades fundamentales como la libertad de prensa, los derechos de reunión, de asociación, de petición y de participación política. Es un derecho humano básico, constitucional, fundamental: inherente y necesario a la naturaleza humana.
Es por eso que las personas que nos dedicamos a la noble profesión del periodismo, festejamos el 7 de junio en México, esta celebración se remonta a los tiempos de Benito Juárez, quien legisló para que los mexicanos se expresaran libremente. Posteriormente este derecho se vio reprimido durante la época del porfiriato.
Aun cuando se restringía este derecho, muchos periodistas desde su trinchera lucharon por manifestar sus opiniones, tal es el caso de la tulancinguense María Luisa Ross Landa, quien fue la primera reportera mexicana que se hizo periodista justamente en el periodo revolucionario.
La lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos, ya que es la lucha por la libertad de expresar nuestro propio individualismo.
Respetar la libertad de los demás a decir cualquier cosa, por más ofensiva que la consideremos, es respetar nuestra propia libertad de palabra. La libre manifestación de las ideas está consagrada en nuestra Carta Magna en los artículos 6º y 7º; el gobierno del Presidente Miguel Alemán Valdés, estableció en 1951, el 7 de junio como el Día de la Libertad de Expresión en México.
En 1976 el presidente Luis Echeverría añade a esta celebración, la entrega en este día, del Premio Nacional de Periodismo a los más destacados miembros de la prensa escrita y electrónica por sus trabajos desarrollados durante el año anterior en los diversos géneros periodísticos, fecha y celebración que seguimos festejando hasta nuestros días en nuestro país.