En respuesta a un reporte ciudadano, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) atendió el varamiento de un ejemplar de delfín nariz de botella (Tursiops truncatus) muerto, que más tarde fue enterrado en la playa Las Brisas, en Manzanillo, Colima.
Junto con personal del Centro de Coordinación, Control, Comando, Cómputo, Comunicaciones e Inteligencia (C5); investigadores de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima; personal de la Secretaría de Marina (Semar) y elementos de la Policía Turística Municipal, personal de dicha Procuraduría verificó el hallazgo del mamífero marino.
Era un delfín adulto con una longitud de 2.47 metros, en estado de descomposición. Antes de darle destino final, los investigadores de la Universidad de Colima tomaron muestras de su piel para determinar las causas del fallecimiento.
El cetáceo fue enterrado alejado de la playa y de la población, de acuerdo con el Protocolo de Atención para Varamiento de Mamíferos Marinos.
Los delfines nariz de botella son mamíferos que pueden nadar hasta 260 metros por debajo de la superficie del océano. Sin embargo, necesitan acceder rápido a la superficie para respirar por lo que acostumbran nadar a poca profundidad.
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