La eliminación del Secreto Pontificio es un avance importante de la iglesia católica, pues no existía, hasta ahora, el permiso oficial de darle información a las víctimas sobre su proceso, aseguró para Notimex Carlos Vergara, quien fue víctima de abusos por parte de un sacerdote.
Ningún afectado puede ser obligado a guardar silencio y a partir de ahora podrán tener acceso a la información de su proceso dentro del sistema eclesiástico, por lo que la reparación del daño se vuelve más accesible.
Al tener conocimiento de lo que sucede en cada caso la percepción de que se hace justicia es más clara y ayuda a quienes sufrieron estos abusos a lograr una reparación más eficiente del daño, aseguró Vergara.
Desde 1974 se mantenía “la ley del silencio” dentro de la iglesia católica, que además impedía que fueran dados a conocer los delitos cometidos por los sacerdotes que abusaban de niños, niñas y adolescentes, con la reforma el Papa Francisco eliminó este procedimiento, remarcó en entrevista Juan Auping Birch, sacerdote holandés quien auxilia en México con psicoterapia y ejercicios espirituales a quienes le soliciten ayuda.
En países donde no existe una división clara entre la iglesia y el Estado esta reforma permite que los obispos, y las autoridades eclesiásticas en general, tengan la obligación de hacer las denuncias correspondientes ante los tribunales eclesiásticos, reflexionó Vergara, quien ejerce como abogado.
Con anterioridad los obispos ya tenían la consigna de denunciar penalmente, por ello existen varios casos conocidos internacionalmente, pero lo que se añade con la reforma es que los tribunales eclesiásticos también deben ser transparentes, remarcó Auping.
Este proceso permitirá que exista mayor facilidad para hacer denuncias, tanto penales como canónicas, y que se conozcan los crímenes cometidos por sacerdotes.
El juicio canónico implica que, en caso de ser encontrado como culpable de violación o abuso sexual en el tribunal católico el integrante de la iglesia será suspendido de su cargo, independientemente de la decisión penal que tomen las autoridades del país en el que sea juzgado, lo cual implica un avance, aseveró Auping.
El Papa Francisco es considerado como uno de los líderes de la iglesia más innovadores. Aunque Benedicto XVI intentó renovar el sistema le “faltó fuerza” para hacer los movimientos necesarios, por ello decidió declinar de su cargo, argumentaron tanto Auping como Vergara.
En 2018 Francisco llamó a los obispos del mundo para dialogar sobre los delitos de pederastia y abusos sexuales, un hecho histórico en el Vaticano.
Los escándalos sobre abusos en la iglesia se hicieron más tangibles en el año 2000, cuando la división de investigación del diario The Boston Globe destapó la red de protección dentro de la iglesia católica norteamericana para evitar que los abusos se conocieran y poco después en el resto del mundo se presentaron denuncias de abuso sexual.
Actualmente gran parte de las víctimas aseguran que sus denuncias sólo son una muestra pequeña de la cantidad de abusos no denunciados y los avances de la iglesia promueven la confianza entre los que han sufrido un abuso.