Jesús Seade, subsecretario para América del Norte del Gobierno mexicano, descartó que en el Tratados entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) existan “letras chiquitas”, en referencia a algún tipo de cláusula oculta, y reiteró que no fueron aceptados los inspectores estadounidenses para vigilar la ley laboral mexicana.
“(Son) aclaraciones importantes sobre el T-MEC y su relación con la iniciativa de ley recién presentada en el Congreso de Estados Unidos. Lo firmado entre México, Estados Unidos y Canadá es un Tratado trinacional. No tiene ‘letras chiquita’, es 100 por ciento público. Es un muy bueno acuerdo para México: se obtuvo mucho en trilateral. Por eso Estados Unidos necesita ‘extras’ para venta interna que no son parte del paquete”, escribió en su cuenta de Twitter.
Seade reiteró, lo que desde el 10 de diciembre ha señalado, que no habrá funcionarios estadounidenses vigilando las leyes mexicanas en materia laboral, pues se proponen los paneles de resolución de conflictos, integrados por un representante por país en disputa y un tercero elegido mutuamente; el panel funcionará hasta 85 días después de que no se resuelva una controversia con las leyes de cada país.
El subsecretario detalló que la propuesta de Estados Unidos contempla nombrar a cinco, y explicó, “agregados diplomáticos laborales en México, cuya función no está clara pero que México JAMÁS (sic) aceptará si se trata en medida alguna de inspectores disfrazados, por una sencilla razón: la ley mexicana lo prohibe”.
De acuerdo con el jefe negociador mexicano, la iniciativa de ley propuesta en la Cámara de Representantes del vecino país del norte es parte de sus proceso legales internos que funciona cuando ratifican un tratado internacional, pues a diferencia de México que cuando el Senado aprueba el acuerdo, el mismos entra en vigor y se convierte en ley, en Estados Unidos se crean las leyes para poner en marcha los acuerdos comerciales.
“En EU el tratado se vierte en una ‘Ley de Implementación’ que incluye los compromisos tomados y otras cosas internas, como necesidades presupuestales derivadas del tratado, el rediseño de sus instituciones. En esto, como concesión a los duros del Congreso, su proyecto de ley incluye un mecanismo interno de monitoreo de nuestra Reforma Laboral, redundante a lo que dispone el tratado, 90 por ciento interno e inofensivo (información) pero que debió haberse advertido y expresa desconfianza”, afirmó.
Seade aseguró que “con malicia o desinformación” se habla de supuestas “letras chiquitas” en el acuerdo, pero descartó que lo que se propone en la iniciativa estadounidense se encuentre pactado en el T-MEC; destacó que con la propuesta de los paneles se logró lo que México busco durante 25 años que es, dejar de negociar en las mesas de funcionarios estadounidense mediante una relación de fuerzas.
El funcionario federal indicó que otro de los beneficios que se obtuvo con la firma del T-MEC fue la protección a biomedicinas que pasó de 10 a cinco años, también la ampliación del periodo de tiempo para que México se pueda fortalecer en inversión y empleo en la industria acerera.
Finalmente afirmó “la confusión que algunos han sembrado, y puesto la atención en lo importante: las decisiones unilaterales de Estados Unidos pero, aun así, la importancia de desarrollar estas mejores reglas T-MEC con ellos, precisamente porque siempre gravitarán hacia ser unilaterales”.