Greta Thunberg aseguró que la gente está informándose y cambiando sus hábitos en respuesta al calentamiento global, sin esperar a que las empresas o los gobiernos del mundo actúen.
“Hay esperanza, yo la he visto, pero no viene de los gobiernos o las empresas, viene de la gente, gente que no estaba enterada pero que ahora ha comenzado a despertar. Y una vez que nos damos cuenta, cambiamos.
“La gente puede cambiar, la gente está lista para el cambio y esa es la esperanza”, sostuvo en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas por el Cambio Climático (COP25), con sede en Madrid.
La joven ambientalista sueca de 16 años fue nombrada este miércoles persona del año 2019 por la revista neoyorquina Time. “No podemos simplemente seguir viviendo como si no hubiera un mañana, porque sí lo hay. Es todo lo que estamos diciendo”, declaró a la publicación estadounidense.
“Durante décadas, investigadores y activistas han batallado para que los líderes mundiales tomen la amenaza climática con seriedad. Pero este año, una insólita adolescente de alguna forma logró captar la atención del mundo”, aseguraron los periodistas Charlotte Alter, Suyin Haynes y Justin Worland, firmantes del reportaje de Time que celebra a la activista sueca.
Al menos que se logren implementar cambios para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, la temperatura del mundo, en aumento desde la Revolución industrial, alcanzará un punto que podría generar sequías con daños a 350 millones de personas y conducir a la pobreza extrema a otros 120 millones para el 2030.
Thunberg empezó a adquirir notoriedad en agosto de 2018, cuando comenzó a saltar clases para acampar frente al Parlamento Sueco con una pancarta: “Huelga escolar por el clima”.
Desde entonces hasta hoy, se ha reunido con líderes mundiales e influenciado a cuatro millones de personas a sumarse a movilizaciones contra el cambio climático.
Los países ricos deben responsabilizarse de la situación ambiental y rápidamente reducir a cero sus emisiones, para luego ayudar a las naciones pobres a alcanzar el mismo objetivo, consideró Thunberg en Madrid.
“Así, la gente que vive en lugares menos afortunados del mundo podrá elevar sus estándares de vida. El mayor peligro no es la falta de acción, el peligro real viene cuando los políticos y altos ejecutivos actúan como si de verdad se estuviera avanzando mientras no se hace nada, excepto cuentas astutas y relaciones públicas creativas”, acusó.
Las cumbres por el cambio climático, ironizó, parecen estar convertidas en oportunidades para que los países establezcan negocios evasivos y evadan sus compromisos.
“En tres semanas empezaremos una nueva década, una década que definirá nuestro futuro”, sintetizó.