mañanera claudia sheinbaum

No aceptaremos presiones para sembrar maíz transgénico

Pese a que desde 2017 los Tribunales decidieron que se suspendiera este cultivo en México, debido a que se había demostrado que podían conseguirse enfermedades cancerosas a quienes lo consuman, este producto se sigue sembrando y llegamos a consumir casi el 90 por ciento del transgénico, pero nosotros en Bahía de Banderas estamos pugnando porque nadie siembre este producto y que volvamos al maíz criollo.

Así lo dio a conocer Gregorio Ledezma Correa, dirigente de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, en el municipio de Bahía de Banderas dijo que los campesinos bahiabanderenses “rechazamos enérgicamente la siembra de maíz transgénico en la región y México, porque es un crimen histórico contra los pueblos del maíz, contra la biodiversidad y contra la soberanía alimentaria, contra diez mil años de agricultura campesina e indígena que legaron esta semilla para el bien de todos los pueblos de mundo”.

Declaramos que el decreto presidencial del 6 de marzo del 2009, que permite la siembra de maíz transgénico, intencionalmente no considera que: México es centro de origen y diversidad del maíz.

Existen más de 59 razas reconocidas y miles de variedades, que serán indefectiblemente contaminadas. Los pueblos indígenas y campesinos son quienes han creado y mantienen este tesoro genético del maíz, uno de los principales cultivos de los que depende la alimentación humana y animal en el planeta.

Señaló que el maíz es alimento básico de la población mexicana. En ninguna parte se ha evaluado su consumo cotidiano y en Nayarit, como sucede en Bahía de Banderas, las autoridades federales siguen permitiendo la siembra del maíz que nos perjudica a quienes lo consumimos. “Existen estudios científicos que, con mucho menor consumo, reportan alergias y otros impactos a la salud humana y de los animales alimentados con transgénicos”.

Provocarán daños a la diversidad biológica y al ambiente: al ser México un país megadiverso, ningún estudio realizado en otras condiciones es aplicable, pues las variables e interconexiones aumentan exponencialmente. Por ser un cultivo de polinización abierta es imposible evitar la contaminación transgénica del maíz cuando se siembra a campo abierto. La contaminación ocurre también en los almacenes, transportes, industrias, etc.

Los transgénicos no sirven para la agricultura campesina ni orgánica, pero irremediablemente contaminarán las variedades nativas y criollas de maíz, además de ser una amenaza para la producción orgánica que perderá su nicho de mercado y por ello buscamos que haya siembra de maíz híbrido y blanco, principalmente, en la zona de Bahía de Banderas y Puerto Vallarta.

Los pueblos originarios de México crearon el maíz y han sido los guardianes y creadores de la diversidad de variedades que actualmente existe. De la integridad de sus derechos dependerá la soberanía alimentaria y la preservación de esta diversidad. Por ello, la contaminación transgénica es una herida a la identidad de los pueblos mesoamericanos y atenta contra diez mil años de agricultura. La siembra de maíz transgénico es un ataque frontal a los pueblos originarios y campesinos y una violación a sus derechos.

El maíz para los pueblos que constituímos México no es una mercancía, si no el origen de una civilización y base del sustento de las vidas y economías campesinas. No permitiremos que se pierdan nuestras semillas, ni que se contaminen por transgenes propiedad de empresas transnacionales. Seguiremos cuidando el maíz y la vida de los pueblos originarios en su alimentación.

Dejó en claro que el maíz criollo, es conocido aun en las zonas de playa por los turistas y que se siembra ya no solo de temporal, sino que ya hay canales de riego para buscar hasta dos cosechas al año.

Responsabilizamos de la pérdida y daños al maíz mexicano a las corporaciones productoras de semillas transgénicas; al poder legislativo que aprobó una Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Ley Monsanto) a favor de las empresas, al gobierno de México, a los secretarios de Agricultura, Medio Ambiente y a la Cibiogem que son responsables de las medidas finales para eliminar toda protección legal al maíz”, concluyó.

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