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Golpe de Estado termina casi 14 años de Evo Morales

Evo Morales terminó ayer casi 14 años de presidencia, la primera de un presidente indígena de Bolivia, en medio de un golpe de Estado precedido por un cuestionado proceso electoral.

“Mi pecado es ser indígena, cocalero, dirigente sindical”, dijo en mensaje a Bolivia al anunciar que había enviado al poder legislativo su renuncia a la presidencia boliviana junto con la del vicepresidente Álvaro García Linera.

La decisión del indígena aymará cerró casi tres semanas de crisis postelectoral, que inició con el conteo de los votos depositados en la jornada del pasado 20 de octubre, un proceso que la madrugada de este domingo la OEA dijo que mostraba irregularidades y recomendó repetirlo.

Tras el dictamen de la comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA), comenzó la presión sobre el titular del ejecutivo y su gabinete, con ataques a sus casas y familias, lo que generó una ola de renuncias de funcionarios que culminó con la de Morales y García.

El antiguo dirigente cocalero queda como el mandatario de izquierda en Sudamérica con más tiempo en el poder hasta ahora, tras su llegada al poder el 22 de enero de 2006.

En las elecciones de fines de 2005 obtuvo 54 por ciento de los votos con el Movimiento al Socialismo (MAS), destacando por sus orígenes humildes, pastor de llamas, sindicalista y líder cocalero.

Analistas políticos han considerado que cuando Morales asumió el poder se pensó que sería un presidente socialista, pero en la actualidad es más criticado por no respetar la democracia ni a los indígenas.

En 2005 llegó al Palacio Presidencial de Bolivia dando su respaldo a los indígenas y sus tierras, pero ello pareció esfumarse en agosto de 2017, con la promulgación de la Ley 266, con la que fue eliminada la norma que protegía a territorios indígenas contra grandes proyectos de intervención en las zonas, como la construcción de carreteras.

A unas días de las elecciones presidenciales del 20 de octubre de 2019, el gobierno de Morales debió enfrentar una serie de conflictos regionales que encabezaron médicos, organizaciones civiles e indígenas con distintas demandas sectoriales, que además rechazaron su postulación a un cuarto mandato.

La organización civil Consejo Nacional de Defensa de la Democracia llamó a un cabildo para oponerse a una tercera reelección de Morales.

Pese a sus triunfos en economía y reducción de la pobreza, el apoyo a Morales se veía disminuido, en especial por su decisión de avanzar en una nueva reelección contra lo escrito en la Constitución de 2009 y contra los resultados adversos del referéndum de 2016.

En esa consulta 52 por ciento votó en contra de una tercera reelección consecutiva de Morales, pero el Tribunal Constitucional Plurinacional publicó un fallo a favor del mandatario.

Morales, quien nació en una familia humilde de campesinos aymarás, forjó su carrera política luego de que su activismo sindical lo llevó a ingresar a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia en la década de los años 80, y posteriormente, dirigió las federaciones cocaleras de Cochabamba.

En 1997, se unió al MAS, movimiento con el que llegó al poder en 2006, y en las elecciones presidenciales del 6 de diciembre de 2009 logró la reelección con el 64.22 por ciento de los votos y reasumió la Presidencia el 22 de enero de 2010.

En 2005, encabezó importantes protestas masivas contra el entonces mandatario Carlos Mesa, su actual y más cercano rival en estas elecciones, en las que se reclamaba la nacionalización de los hidrocarburos y se manifestaba el desacuerdo sectorial con los acuerdos con Estados Unidos para erradicar los cultivos de coca.

Morales y su movimiento sindicalista propusieron un plan de “cocaína cero”, en lugar de la “coca cero”, ya que el cultivo de la hoja de coca era considerado como parte de la cultura ancestral de los indígenas aymarás.

Tras dos mandatos, se presentó de nuevo en la carrera por la Presidencia de Bolivia, y en 2014 ganó con 61.36 por ciento de los votos, un tercer periodo presidencial, el cual concluye el 22 de enero de 2020.

Durante sus 14 años de gobierno logró reducir los índices de pobreza en Bolivia, bajó la inflación, modernizó el país, asfaltó carreteras, envió al espacio el primer satélite boliviano y la economía nacional registró un crecimiento anual promedio de 4.9 por ciento.

Para las elecciones del domingo 20 de octubre, Morales se perfilaba como favorito, con diferencia de 18 puntos porcentuales frente a su rival más cercano el candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa.

Morales llegó a las urnas en 2014 con 61.36 por ciento de intención de voto, pero según una encuesta de Ipsos, el pasado octubre contaba con el 40 por ciento de la intención del voto, mientras que Mesa tenía 22 por ciento.

Candidato del MAS, Morales se destaca como el gobernante socialista entre los mandatarios de derecha de la región que han sido electos en los últimos años, como el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, el de Paraguay, Mario Abdo, o el de Chile, Sebastián Piñera; o de centroderecha como Mauricio Macri en Argentina, o Iván Duque en Colombia.

Evo Morales nació el 26 de octubre de 1959 en la comunidad Isallavi, el catón Orínoca, departamento de Oruro, es de origen indígena uruaymará y su idioma materno es aymará. Aficionado y practicante del fútbol, hábil diplomático, Morales nunca se ha casado, pero tiene dos hijos.

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