Es difícil cuantificar el impacto de los derrames petroleros en Brasil, los cuales afectan ya a 88 municipios en nueve estados; podría durar décadas y provocar daños irreversibles a la naturaleza y grandes pérdidas socioeconómicas, afirmó Fernanda Duarte Amaral, coordinadora del Laboratorio de Entornos Arrecifales del Departamento de Biología de la Universidad Federal Rural de Pernambuco.

Entrevistada por la periodista Elizabeth Oliveira, del Proyecto #Colabora, Duarte Amaral menciona que casi todas las playas de la costa sur de Pernambuco fueron afectadas, aunque destaca las de Tamandaré, Muro Alto, Cupe, Suape, Paiva, Itapuama, Stone Xaréu, Barra de Jangada, Janga y la isla de Itamaracá, a donde el petróleo llegó este fin de semana.

Aunque se han eliminado más de mil 300 toneladas de petróleo en los últimos ocho días, la especialista considera que los arrecifes de coral y otros ecosistemas corren el riesgo de contaminarse con un aceite perjudicial para la flora y fauna marinas, incluyendo organismos microscópicos que son base de la cadena alimentaria, como fitoplancton y zooplancton, y hasta algas y grandes animales.

El daño es numeroso e irreversible, continúa. Las microalgas se verán fuertemente afectadas por el bloqueo de la luz solar necesaria para realizar la fotosíntesis y producir oxígeno. Por otra parte, el aceite en los manglares perjudica la respiración de los árboles y a las especies animales que usan el ecosistema como vivero.

Otro sistema con gran afectación son las playas arenosas, que albergan una amplia gama de organismos adaptados para vivir entre granos de sedimentos. “Se habla mucho de los daños a la megafauna, como las tortugas marinas y los peces, pero se olvidan de la microfauna. La desaparición de estos seres tendrá un gran impacto en la vida marina”.

La especialista señala que este desastre ambiental debe dejar una lección a la sociedad brasileña para actuar de forma preventiva. En este episodio, el gobierno federal y el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) debieron activar el Plan Nacional de Contingencia para Incidentes de Contaminación por Petróleo bajo Jurisdicción Federal, preparado en 2009 por el MMA, la Armada y 11 universidades.

Asimismo, el gobierno debió liderar la lucha y crear una Comisión de Emergencia para enfrentar la tragedia, a la cual se convocaran a científicos de las más diversas áreas del conocimiento. “Identificar al responsable es relevante, pero el problema debió manejarse con mucho compromiso con la población de Pernambuco, que ahora está enojada al saberse en grave riesgo y desprotegida”, concluyó.