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Vital, contar en cine historias humanas y con honestidad Fernando Frías

“¡Que viva la cumbia! Este triunfo es para los terkos”, expresó el director Fernando Frías de la Parra tras ganar el Ojo al Mejor Largometraje Mexicano y el Premio del Público por su película Ya no estoy aquí, en la 17 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

El filme es un retrato de la violencia y discriminación que se vive en México, pero también abunda la identidad y el tema de la migración a través de una joven pandilla de las montañas de Monterrey, Nuevo León, que se hace llamar Los Terkos.

En su día a día, ellos escuchan cumbia rebajada y asisten a los bailes cercanos. Sin embargo, después de un malentendido con los encargados de un punto de venta local, su líder “Ulises”, de 17 años, se ve forzado a migrar a Jackson Heights (Queens), en Nueva York, donde intenta adaptarse sin sacrificar su identidad.

Fernando Frías dijo a Notimex que el filme integró a la cumbia rebajada a fin de que sea una especie de metáfora, una analogía entre lo corto que puede ser la vida de juventud en un lugar donde se carece de oportunidades y no hay movilidad social.

Es un poco como un rompecabezas del que no tienes la foto de lo que vas a armar y se va construyendo poco a poco. Al final descubres que era un agujero y, para ello, la música es una columna vertebral” –indicó.

Con las actuaciones de Juan Daniel García Treviño, Coral Puente, Leo Zapata, Jonathan Espinoza, Adriana Arbelaez y Angelina Chen, entre otros, el realizador buscó retratar el movimiento de la cultura “Kolombia”, conformada por jóvenes aficionados a la cumbia. Ellos usan patillas, cabello largo, desteñido y pegado al cráneo gracias al uso de gel.

Todos ellos tuvieron apertura para compartir la autenticidad de sus vidas. De alguna manera estaban relacionados con la cumbia, unos más otros menos” –comentó el director que suma en su carrera los títulos Rezeta (2012) y La virgen de asfalto (2006).

Jonathan Espinoza, quien interpreta a “Jeremy” y en la vida real forma parte del movimiento, aclaró que ellos no fingen y que son honestos; no obstante, la gente los ve como si fueran diferentes y les llama nacos.

Me da gusto que Fernando haya hecho esto para que la gente vea cómo somos. No sólo es la vestimenta, es un sentimiento muy bonito. No somos nacos, abajo de una ropa hay una persona” –destacó.

Con su doble triunfo en el 17 Festival Internacional de Cine de Morelia, Fernando Frías recordó que llegó al certamen pensando que era el final del viaje desde que inició el rodaje de la película.

Pero gracias al público de este festival que está dedicado a la gente, me di cuenta de que esto es más bien el inicio del viaje de la película. Hoy vemos que sí se puede reconciliar la crítica sofisticada con el público y la clave para esto es contar historias humanas y con honestidad” –declaró.

Si se entiende eso, dijo, “lograremos que sobreviva la cultura, el cine y el apoyo para ambos”. Mencionó que se necesita al público más que a los jurados, por lo que se requiere crear historias que conecten y hacerlas con el corazón.

Hay que hacerlas no con la intención de llegar súper lejos, sino con la intención de respetar nuestra forma de ver porque el cine más allá de contar historias, también es una oportunidad de demostrar formas de ver. Estos premios se los dedico a los terkos”, resaltó antes de correr a buscar su pasaporte y su chamarra que, ante la emoción por su triunfo, dejó encargados y no supo con quién.

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