La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifestó hoy su preocupación por los incidentes de violencia ocurridos en el contexto del proceso electoral en Bolivia y condenó el uso excesivo de la fuerza contra los participantes en las protestas sociales en Chile.
En sendos comunicados, el organismo, con sede en Washington, expuso su posición respecto a los conflictos surgidos en ambos países sudamericanos.
Ante los disturbios registrados en Bolivia, la CIDH llamó al gobierno de ese país a garantizar la seguridad y la libertad de expresión de la población, en particular durante las manifestaciones pacíficas en defensa de la democracia.
Asimismo, le pidió a las autoridades bolivianas dar garantías a la prensa para realizar su cobertura e instó a que las investigaciones de los hechos de violencia se lleven a cabo en estricto cumplimiento de las garantías del debido proceso.
La CIDH dijo tener información sobre manifestaciones ocurridas en ciudades como La Paz, Sucre, Oruro, Tarija, Cochabamba, Potosí, Trinidad y Cobija, para exigir a los Tribunales Electorales Departamentales y al Tribunal Supremo Electoral transparencia en el conteo de votos de los comicios del domingo.
De acuerdo con el comunicado, la policía boliviana usó la fuerza para dispersar algunas protestas, pero también algunos manifestantes incurrieron en actos de violencia, los cuales fueron condenados enérgicamente por la CIDH, que hizo un llamado a las partes para iniciar un diálogo pacífico con respeto a la voluntad popular expresada en las urnas.
Con casi el 97 por ciento del escrutinio de los votos emitidos el domingo pasado, de acuerdo con el cómputo oficial, el presidente boliviano Evo Morales está a unas décimas de alcanzar el triunfo, pues tiene ahora 46.49 por ciento de los sufragios, mientras su rival Carlos Mesa tiene el 37.01 por ciento.
Por otra parte, la CIDH condenó tanto el uso excesivo de la fuerza por las fuerzas de seguridad de Chile, como los actos violentos cometidos por civiles en el marco de protestas sociales registradas desde la semana pasada en ese país, luego que el gobierno anunció un alza en las tarifas del metro.
La CIDH rechazó la escalada de la violencia en el conflicto, que hasta el momento ha dejado 18 muertos, decenas de heridos, periodistas agredidos y más de mil personas detenidas, e instó al Estado y a los inconformes a establecer un diálogo para abordar las demandas de la población, siempre dentro de los principios del estado de derecho.
El organismo recordó además que, bajo la Convención Americana, los estados de excepción deben aplicarse sólo ante una situación que ponga en riesgo la preservación de la democracia o la integridad de la nación, y no para suspender derechos fundamentales como el de expresión o manifestación para expresar un malestar social.
Ello, en alusión a la decisión del gobierno del presidente chileno, Sebastián Piñera, de decretar el estado de emergencia y el toque de queda en el país ante las violentas protestas contra el aumento a las tarifas del metro.