En medio de la polémica por denuncias por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, Carlos Romero Deschamps renunció al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) tras 26 años de estar al frente del gremio.
El exsenador de 76 años, originario de Tampico, Tamaulipas, y miembro activo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde 1962, ha sido objeto de fuertes críticas por la ostentosa vida que ha llevado tanto él como su familia.
En 1972 comenzó actividades en la organización sindical a la que ayer dimitió, en la que en 1993 sucedió en el cargo al también tamaulipeco Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, quien fue encarcelado por posesión ilegal de armas al inicio del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, con quien tenía marcadas diferencias.
Romero Deschamps, quien se ha visto envuelto en escándalos políticos y personales por los excesos y lujos en que ha vivido, una vez que sus ingresos no corresponden al salario que percibía, y que le han valido varias acusaciones por enriquecimiento ilícito, ha sido diputado y senador por el partido tricolor.
Protagonizó el escándalo de financiamiento irregular durante la campaña electoral de 2000, conocido como “Pemexgate”, por desviar 500 millones de pesos del fondo del sindicato de Petróleos Mexicanos (Pemex) a la campaña del entonces candidato presidencial priista, Francisco Labastida.
A principios de año fue denunciado por delincuencia organizada, lavado de dinero, evasión y defraudación fiscal, además de realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita por 150 millones de dólares.
Igualmente, de acuerdo con diversas organizaciones, ha recibido montos millonarios equivalentes a dos por ciento de todos los contratos que firma Pemex con empresas privadas desde el inicio de su gestión al frente del STPRM.
Este miércoles se dio a conocer que el gobierno federal habría congelado las cuentas bancarias del líder sindical petrolero y de su familia como parte de las investigaciones que se le siguen por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, hecho que negó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su habitual conferencia de prensa matutina, el mandatario indicó que solo hay dos informes, dos denuncias contra Romero Deschamps, que fueron presentadas ante la Fiscalía General de la República (FGR), que es la que tiene la investigación correspondiente.
“Creo que son relacionadas (las denuncias) con ingresos, con obtención de recursos, básicamente, ingresos obtenidos de investigaciones o avisos de Inteligencia Financiera de Hacienda”, dijo.
El Ejecutivo federal subrayó que “hay dos denuncias en la FGR, no es como sostiene un periódico, de que se congelaron cuentas, pero sí se enviaron las denuncias y los informes a la Fiscalía”, y sostuvo que si el exdirigente petrolero decidió irse fue su decisión.
López Obrador explicó que por su trabajo frecuentemente se reúne con dirigentes y empresarios, pero con Romero Deschamps “no se dio la oportunidad de que yo me reuniera con él, no recuerdo, pero creo que nunca lo he visto”.
La víspera, el mandatario consideró que lo mejor era que Carlos Romero renunciara a la dirigencia del sindicato petrolero para enfrentar las acusaciones presentadas ante la FGR; “lo mejor es no involucrar las instituciones, que se asuma de manera personal y se resuelva”.
Se espera que Manuel Limón Hernández, quien fungió como secretario del interior, y quien previamente estuvo a cargo de la Tesorería en el gremio petrolero, suceda al polémico exdirigente en la secretaría general, a quien le faltaban cinco años para concluir su periodo actual.