Es una buena señal la nueva inyección de capital a Petróleos Mexicanos (Pemex) por cinco mil millones de dólares, anunciada este miércoles, pero la empresa necesita una “sacudida” estructural y reactivar las alianzas con inversionistas privados.
Así lo consideró la directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac (IDEA), Laura Iturbide Galindo, al señalar que el problema de Pemex no solo es financiero, y aunque es el mayor, no es el único. “Pemex necesita una sacudida estructural importante, necesita una nueva gobernanza, necesita operaciones eficientes y desde luego reactivar todas estas alianzas donde el dinero bueno se pongan en lo bueno, no en lo malo”.
En entrevista durante la reunión trimestral del IDEA, bajo el título “México ante la disyuntiva externa e interna”, planteó que Pemex debe dedicarse a la exploración de yacimientos en aguas someras y dejar esta actividad en aguas profundas a los inversionistas privados, nacionales o internacionales.
El gobierno mexicano tiene un margen fiscal maniobra muy reducido, pues están comprometidos gran parte de sus recursos presupuestales, sobre todo por el problema que significa la elevada deuda de Petróleos Mexicanos.
Por ello, Iturbide Galindo celebró que el gobierno voltee a ver a otros actores importantes en la sociedad, como es el sector privado nacional y extranjero, si bien bajo nuevas reglas de actuación.
La especialista sostuvo además que no es posible lograr el incremento a la plataforma de producción de Pemex incluida en la propuesta de paquete económico de 2020, a 1.9 millones de barriles diarios, desde un promedio de 1.7 millones, si no es con inversión privada.
“Llámesele como se le llame, farmouts, asociaciones público-privadas o licencias, como se le llame al esquema de asociación, pero sí necesitamos reactivar campos petroleros”.
Así, la directora del IDEA, instituto de la Universidad Anáhuac, celebró el avance que hay hacia una apertura de diálogo con los diferentes sectores de la economía, pues es un reconocimiento de que el sector público no puede ni debe hacer todo.
En cuanto al comportamiento de la economía mexicana, señaló que está estancada en un contexto de desaceleración mundial, lo cual debe llevar a tener más rigor y ser muy realistas con las políticas económicas y a ser cuidadosos en materia fiscal.
La señal que da el paquete económico 2020 con la propuesta de superávit primario de 0.7 por ciento del PIB, en vez del 1.0 por ciento calculado preliminarmente por la secretaría de Hacienda, es una buena noticia que dará un margen de holgura.
En general, calificó como prudente la propuesta de paquete económico para 2020, aunque también tiene algunas partes muy optimistas, ya que se apuesta mucho a la recaudación y a la expectativa de crecimiento, de entre 1.5 y 2.5 por ciento, “se me hace exagerado”.
Esto significa que será ineludible llevar a cabo recortes al gasto a lo largo del año próximo si se quiere cumplir la meta de superávit primario de 0.7 por ciento del PIB, mientras que la plataforma producción de Pemex es optimista, pero podría cumplirse con la reactivación de las alianzas público-privadas.
Para este año, IDEA estima que la economía mexicana cerrará con un crecimiento de 0.3 por ciento, y si bien registrará una recuperación en 2020, avanzaría 1.3 por ciento, por debajo del rango proyectado por el gobierno mexicano.