La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA) cerraron filas para enfrentar los efectos del cambio climático, pues éstos afectarán al campo agrícola en el mediano y largo plazos.
Coincidieron en que esa problemática, aunado a la disponibilidad del agua, la atención a plagas y enfermedades y el presupuesto público en la materia, son los principales desafíos que enfrenta la agricultura durante los próximos años.
El titular de la Sader, Víctor Villalobos Arámbula, calificó de necesario poner en marcha medidas urgentes para asegurar la autosuficiencia alimentaria en México.
Dijo que es importante fomentar programas de reconversión productiva y de manejo del suelo, de uso eficiente del agua para cultivos agrícolas y el empleo de nuevas tecnologías para contrarrestar los efectos del cambio climático.
“La tarea no es fácil, tenemos que poner en el contexto de estas discusiones toda esta problemática y cómo la estamos viendo hacia el futuro. No podemos relajar nuestra atención a estos programas cíclicos y tratar de resolverlos solo con recursos presupuestales”, subrayó.
El director ejecutivo de la AMSDA, Octavio Jurado Juárez, coincidió en que los riesgos globales han evolucionado y cualquier evento climático adverso pondrá en riesgo la seguridad alimentaria, de ahí la relevancia que las políticas públicas se conviertan en procesos de mejora continua.
Las estimaciones científicas establecen que el cambio climático podría ocasionar en unos años la pérdida de 15 por ciento de la producción agrícola mundial, aseguró el secretario de Desarrollo Rural de Tamaulipas, Ariel Longoria García.
Añadió que el gobierno federal y las administraciones estatales deben trabajar en la misma línea de acción para beneficio del campo nacional.