Con su excelente bagaje levanta la mano Jessica Sobrino Mizrahi para, si recibe la oportunidad, tomar la batuta, el liderazgo de la selección nacional de natación artística y ocupar el espacio que vaya a dejar la experimentada Nuria Diosdado.
“Claro que sí. Si me dan la oportunidad, claro que sí“, respondió a Notimex cuando se le preguntó si se apunta para tomar el lugar que va dejar la jalisciense Diosdado cuando decida colgar el traje de baño, tras una exitosísima trayectoria en lo individual, líder del dueto y del equipo.
Para nada acelera el adiós de Nuria, simplemente es un hecho que alguien va ocupar ese lugar cuando decida poner punto final.
“Todavía no sabemos qué va pasar. De seguro Joana (Jiménez) se queda en el dueto“, dijo.
Joana ganó la medalla de oro en solo técnico en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 y con ella haría Jessica el dueto.
“Me gusta liderar. Me gusta ser la líder del equipo, aunque no hay un puesto definido, nosotras no delegamos este puesto, pero claro, si yo puedo ayudar al equipo, de esta forma, de transmitir mis conocimientos y experiencias, claro que sí, con mucho gusto“, expresó la sirena.
Sus bastos años en la natación artística le indican que lo mejor para México es que la entrenadora Adriana Loftus elija a una atleta joven, para que tenga una participación duradera y en el camino sea reconocida por los jueces, porque ese factor cuenta mucho a la hora de las calificaciones.
Otro detalle es que Sobrino Mizrahi tiene un metro y 58 centímetros de estatura y la conveniencia en el nado sincronizado es una figura espigada, aunque está segura que no es una regla que se aplique al cien por ciento.
Como ejemplo recuerda a la francesa Virgine Dedieu, quien también tenía una estura de 1.58, y fue capaz, con su técnica, de vencer a la rusa Anastasia Ermakova en los Campeonatos Mundiales de Natación Barcelona 2003, lo cual es histórico, porque no se ha vuelto a repetir ante el dominio permanente de las rusas.
Pierde un tímpano
Jessica es la integrante del equipo de natación artística que sale “disparada” por los aires, gira, da vueltas, se contorsiona y entra al agua como si fuera una clavadista, pero durante una práctica cayó mal y se le reventó el tímpano del oído izquierdo, desde entonces realiza sus ejecuciones utilizando un tapón auricular.
Ella aprendió a nadar a los dos años de edad, también practicó atletismo, ballet y gimnasia, y por ello es tan elástica, pero cuando encontró la natación artística halló su mundo.
De camino a los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 se dio cuenta que era la más baja de estatura del equipo y entonces vio la oportunidad de realizar lo que se llama “cargadas”, la elevación por los aires.
Para hacerlo mejor se puso a entrenar con los clavadistas, a practicar acrobacia y ejercicios de porristas, pero hace seis años, un día cayó mal y se le rompió el tímpano izquierdo. “¿Qué prefieres: seguir nadando o escuchar?”, la cuestionó el otorrinolaringologo.
Ella decidió por lo primero, por la sencilla emoción de que “me gusta volar. Disfruto muchísimo estar en el aire y no lo podría hacer sin todas mis compañeras, que hacen un gran trabajo”.
Hay un ejercicio en que ella sale disparada en la cargada, da giro y Samantha Rodríguez la recibe mientras su cuerpo está en horizontal.
“Todas decimos que Samantha es un roble para poder cacharme en el aire. Es algo impresionante”, afirma Sobrino Mizrahi.
Compartió que “algo que disfruto muchísimo es la ovación del público y las cargadas hacen que la gente ovaciones mucho, entonces, yo sé si la cargada salió muy alta o se vio muy espectacular cuando la gente ovaciona. Cuando estoy en el aire y escucho a las personas que ovacionan es una sensación, de verdad, indescriptible“.
Es la adrenalina, como dice, que lo puede todo, como para superar también dos hernias en la columna vertebral, por lo cual ya pasó por cirugía, pero todo vale la pena. “El nado sincronizado me ha dado muchísimas cosas: Una familia que somos las mismas integrantes del equipo desde hace ocho o diez años. Hemos viajado, crecido y muchísimos valores“.
También tiene en su querido deporte a una segunda madre en la entrenadora nacional Adriana Loftuz, a quien incluso le celebran el 10 de mayo, día de las madres.
La música también la atrapa
Jessica Sobrino Mizrahi es una virtuosa, porque además hizo la mezcla de la música de la rutina del equipo que dura cuatro minutos, la cual tiene como base la pieza de la ceremonia de clausura de los Juegos Paralímpicos Londres 2012, en la que el científico británico, ya fallecido Stephen Hawking, pronuncia un discurso.
“Ya con la edición queda la frase: ‘Mira las estrellas, no mires a tus pies’. A nosotras nos motiva mucho, nos da como la esperanza y las ganas de seguir soñando. Muchas veces nosotras no nos creemos de toda la capacidad que tenemos, y eso rompe con lo estigmatizado que tiene uno mismo. Soñar en grande. Mira hacia arriba y avanza”, asegura Sobrino Mizrahi.
Su mezcla, con el apoyo de un profesional, queda tan bien y agrada tanto que de frontera a frontera ya le piden sus arreglos, incluso de Estados Unidos y Canadá. “Hago música para todo México, pues me gusta que el movimiento quede perfecto con el sonido“.
Esta mezcla musical se presentó en la rutina durante los Campeonatos Mundiales de Natación de Gwanju, Corea del Sur, donde la ilusión de Adriana Loftus y de las integrantes del equipo, era la de llegar a los nueve puntos de calificación.
Pero no, los jueces se quedaron cortos y Jessica deduce que “siempre hay temas políticos en la natación artística“, y por ello de la baja calificación y en lugar de mejorar el octavo lugar de hace dos años en Budapest, Hungría, ahora son décimo.
En los Juegos Panamericanos Lima 2019 ganaron la medalla de plata y ahora el único camino abierto a Tokio 2020 es el preolímpico a desarrollarse dentro de siete meses.
“Todavía tenemos esa oportunidad. sabemos que va ser muy difícil, muy peleado y, bueno, todo es posible y tenemos siete meses para mejorar muchísimo nuestra rutina, analizar qué nos falló y en qué podemos mejorar, y son muchas cosas que tenemos que analizar. Todavía está la esperanza y todas tenemos mucha ilusión y ganas de intentarlo”, expresó.
Para finalizar compartió que “somos mujeres superpoderosas. Somos deportistas empoderadas e intentamos darle a México todo lo que nos ha dado”.