El actor estadunidense Brad Pitt repartió sonrisas, abrazos, autógrafos y selfies a sus seguidores, como parte de la promoción en México de la película “Once upon a time… in Hollywood” (Había una vez en… Hollywood) que protagoniza al lado de Leonardo DiCaprio.
El intérprete de Cliff Booth en el nuevo filme de Quentin Tarantino, paralizó una plaza comercial ubicada en Naucalpan, Estado de México, al que asistieron cientos de seguidores que desde balcones, tiendas, elevadores, escaleras eléctricas y gradas buscaban la forma de verlo, aunque fuera por algunos segundos.
Vestido con traje de color beige y sombrero, a su paso por la alfombra anaranjada, el ídolo del cine hollywoodense lució sonriente y amable en todo momento.
Mientras que de fondo se escuchaban los temas “Bring a Little lovin” (Los Bravos) y “Good thing” (Paul Revere & The Raiders) que forman parte del “soundtrack” de la película, el actor dedicó hora y media de su tiempo para atender a la mayoría de las personas que se encontraban tras la valla.
Firmó autógrafos sobre cuanto objeto le pusieran enfrente, y concedió selfies. “Es un honor que la gente haya esperado todo este tiempo. Yo vengo de un pequeño pueblo y lo entiendo, porque la primera vez que llegué a Hollywood, vi a unos artistas y recuerdo lo mucho que significó para mí, así que entiendo la euforia“, comentó Pitt ante la prensa.
Dijo que con Leonardo DiCaprio había trabajado en la serie “Growing pains”, aunque en momentos diferentes, por lo que hoy fue genial compartir el mismo plano existencial a su lado. “Fue muy divertido, Leonardo es hilarante“.
Respecto a la cancelación de la visita a México del cineasta Quentin Tarantino, explicó que se debió a un problema médico. “A mi gran amigo le hubiera encantado estar aquí, de verlos a todos y platicar con ustedes acerca de la película, pero realmente tuvo una emergencia médica y no pudo estar aquí. Sin embargo les envía su amor y les agradece su apoyo“, explicó.
Sobre la experiencia de trabajar con el director de filmes como “Tiempos violentos” y “Bastardos sin gloria”, dijo que le gustaba que las escenas se vieran muy reales en pantalla.
“Once upon a time… in Hollywood”, situada en Los Ángeles, California de 1969, subrayó, “es una carta de amor a esa ciudad, la que desarrolla una gran industria audiovisual que fascina al mundo y la que amamos“.
Al finalizar su paso por el tapiz, con motivo de la “premier”, Brad Pitt acudió a una de las salas de un complejo cinematográfico para presentar su más reciente película en la que interpreta a un stunt (doble de actores).
La ceremonia fue conducida por Carla Medina, también contó con la presencia de la productora del filme, Shannon McIntosh.