Un grupo de barcos y buques de apoyo de la Flota del Norte de la Armada rusa, encabezado por la fragata Almirante Gorshkov -de la nueva generación de barcos de guerra rusos-, llegó hoy al puerto de La Habana, informaron fuentes locales.
La flotilla, integrada además por el buque logístico Elbrus y el remolcador de rescate Nikolai Chiker, arribó a la terminal de cruceros del puerto, que hace 10 días despidió al último crucero de Estados Unidos, tras las nuevas restricciones contra Cuba, anunciadas por el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La Agencia Cubana de Noticias indicó que las actividades del destacamento naval ruso en la isla incluyen una visita de cortesía a la Marina de Guerra Revolucionaria, y recorridos por lugares históricos y culturales, de acuerdo con un comunicado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
El grupo naval ruso, ya ha visitado varios puertos desde que zarpó de la ciudad de Severomorsk el pasado 26 de febrero. Los marinos rusos realizaron visitas de trabajo al puerto chino de Qingdao, para participar en las celebraciones por el 70 aniversario del Ejército de Liberación Popular de China.
En mayo pasado, el grupo naval cruzó el Océano Pacífico y visitó el puerto Bolívar de Ecuador y la semana pasada atravesó el canal de Panamá rumbo al Caribe. De acuerdo con medios rusos, el destacamento naval también tiene previsto visitar Venezuela.
Desde 1962 Estados Unidos aplica un “embargo” económico contra Cuba, que en la isla denominan “bloqueo”, mediante el cual se han endurecido las sanciones contra este país caribeño desde la llegada al poder de Trump en 2017, sin importar el acercamiento propiciado antes por el expresidente Barack Obama.
Algunas de dichas sanciones son la reciente prohibición de viajes de cruceros turísticos, la limitación de las remesas familiares y la activación del título III de la ley Helms-Burton. El jueves pasado Washington añadió a Cuba a su lista negra de tráfico de personas.
La visita, que recuerda el antiguo acercamiento de Rusia hacia Cuba, ocurre luego de las sanciones que Washington aplicó contra la isla tras acusarla de apoyar militarmente al gobierno venezolano del presidente Nicolás Maduro, otro aliado de Moscú.