La exhumación de los restos de Francisco Franco tendrá que esperar, debido a que los cinco magistrados del Tribunal Supremo que estudiaban la reclamación de la familia respecto a la decisión del gobierno español para su traslado del Valle de los Caídos, dio la razón a los descendientes.
Los jueces han paralizado cautelarmente la orden de exhumar los restos de Franco el próximo lunes, 10 de junio, tal y como había ordenado el gobierno del socialista Pedro Sánchez.
De esa manera, tratan de evitar el perjuicio que se podría ocasionar a los intereses de la familia del dictador antes de decidir el asunto central: si la exhumación se ajusta a Derecho.
La familia Franco se opone a la exhumación forzosa de los restos de quien fuera jefe de Estado desde el 1 de octubre de 1936 hasta el 20 de noviembre de 1975, cuando falleció, y su inhumación en el cementerio de El Pardo (Madrid), donde descansan los restos de Carmen Polo, quien fuera su esposa.
Además de los nietos de Franco, también manifestaron su oposición a la exhumación la Fundación Francisco Franco y la Comunidad benedictina de la basílica del Valle de los Caídos.
Cabe recordar que hace dos años, el Parlamento decidió la exhumación por entender que el lugar actual denota una dignidad inmerecida para un dictador. Además, el Valle de los Caídos, construido durante la dictadura por presos esclavos, alberga los restos de miles de fusilados por el régimen.
Los familiares de las víctimas se niegan a compartir la tumba de sus seres queridos con las del dictador que ordenó su muerte.