El gobierno mexicano evalúa la posibilidad de tomar represalias ante la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a productos mexicanos, aseguró la titular de la Secretaría de Economía (SE), Graciela Márquez Colín.
Desde Washington, D.C., en donde una comitiva mexicana busca hallar posibles salidas en favor de la competitividad de Norteamérica, la funcionaria dijo que se tienen varios caminos a seguir para hacer frente a la medida anunciada por Donald Trump.
Cabe destacar que el presidente estadounidense advirtió que se aplicarían aranceles iniciales de 5.0 por ciento a bienes importados desde México a partir del próximo 10 de junio y llegarían hasta 25 por ciento en octubre próximo, “hasta que se resuelva el problema de la migración ilegal”.
Márquez Colín refirió que México podría recurrir a los organismos multilaterales, aunque “tienen un ritmo probablemente menos efectivo”, e imponer represalias o el carrusel. “Estamos evaluando esas posibilidades, nos estamos preparando”.
Sin embargo, confió en que esa medida no sea necesaria. “Sabemos y confiamos que la diplomacia, que estas acciones de persuasión y convencimiento para trabajar en mantener esta integración productiva y comercial funcionen”.
En esa posibilidad se debe hacer un planteamiento estratégico para considerar varios aspectos de esta relación comercial, que se ha fortalecido desde 1994 con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“(Esto) porque nosotros no queremos usar los aranceles para dañar las cadenas de valor, la creación empleos o la inversión, sino queremos que el libre comercio prevalezca en América del Norte”, remarcó.
Márquez Colín reiteró su posición respecto a volver más competitiva la región de América del Norte frente a otros del mundo, como se manifestó desde que iniciaron los trabajos para modernizar el acuerdo comercial junto con Canadá.
“Estamos seguros que, una vez que sea ratificado (el nuevo instrumento comercial), tendremos todos que caminar hacia el fortalecimiento de la economía de América del Norte, que tiene todo para ser competitiva frente al resto del mundo”.
Ello porque la imposición de gravámenes de 5.0 por ciento y hasta un umbral de 25 por ciento sí traería afectaciones a la integración económica de Norteamérica y, sobre todo, a los consumidores, aseguró.
No obstante, ante la medida que causó el desplome de los mercados financieros en todo el mundo, la titular de la SE pactó una reunión con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, para este lunes con el fin de buscar una solución al problema de aranceles.