La cancelación de los contratos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco abriría la puerta a que las empresas afectadas demanden al Gobierno mexicano ante paneles internacionales debido a las cláusulas de protección a inversionistas, señaló este jueves el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Estas estipulaciones se encuentran en distintos tratados comerciales firmados por México.
Moisés Kalach, coordinador del Consejo Consultorio de Negociaciones Estratégicas, afirmó que ésta es una de las conclusiones de un estudio desarrollado por la iniciativa privada.
“Se podrían generar paneles internacionales si estos contratos son rotos, es algo que realmente nos preocupa en el sector privado mexicano”, apuntó.
Como ejemplo, tomó el aún vigente Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el que todos los inversionistas estadounidenses y canadienses están protegidos por el mecanismo Inversionista-Estado.
Esta cláusula determina que si existe una expropiación indirecta o cambios sustanciales en los contratos, las firmas pueden solicitar ir a un panel formado por los tres países.
“Podría estar violada (la cláusula 11) si cambian sustancialmente las condiciones de un contrato, si tú tienes un proveedor que te está proveyendo un producto en Texcoco y tú de repente le dices: ‘ya no lo voy a hacer ahí, lo voy a cambiar a otro lugar y ahora va a ser en otra ubicación y va a ser con otro plan, con otro proyecto, con otros materiales'”, explicó.
Kalach señaló que al cambiar la esencia del contrato, se podría hablar de un cambio de condiciones o una expropiación indirecta, de acuerdo con la calificación del TLCAN, lo que podría llevar al Gobierno mexicano a enfrentar el juicio de un panel internacional.
El acuerdo comercial con la Unión Europea y el Acuerdo Transpacífico también incluyen mecanismos similares.
El integrante del CCE criticó que no se dimensione la importancia que tendría para México el faltar a compromisos empresariales ya establecidos.
“No se ha hablado de la importancia que puede representar el faltar a nuestros compromisos en los tratados comerciales internacionales y ese punto me parece muy importante”.
Según el negociador mexicano en tratados comerciales, el Consejo ha tenido acercamientos con empresas extranjeras, que han manifestado su incertidumbre por el posible cambio de sede de la terminal aérea.
“No puedo darles los nombres, lo que sí puedo decirles es que hay muchísimas compañías, desde compañías que hacen los proyectos arquitectónicos, los materiales, incluso productos que se van a vender en el aeropuerto”, detalló.
Datos del Instituto Mexicano de la Competitividad señalan que la cancelación de los contratos del NAIM generarían al Gobierno mexicano costos por más de 120 mil millones de pesos.
Esta cifra incluye las multas que la próxima administración debería pagar a los inversores que se sumaron al proyecto del aeropuerto en Texcoco.
La consulta sobre el nuevo aeropuerto inició este jueves y continuará hasta el próximo domingo 28 de octubre.
Los participantes podrán elegir entre dos opciones: continuar con la construcción del aeropuerto en Texcoco o acondicionar la Base Militar de Santa Lucía, que operaría de forma simultánea con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la terminal aérea de Toluca.
La encuesta publicada el martes por El Financiero indica que 55 por ciento de los entrevistados prefiere “continuar el actual proyecto en Texcoco”, mientras que 37 por ciento se decanta por “cambiar la construcción a Santa Lucía”.
