La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con firmeza esta mañana a la amenaza de Donald Trump de imponer un arancel general del 25% a los productos mexicanos y canadienses. En su conferencia matutina, la mandataria advirtió que “a un arancel vendrá otro en respuesta”, y que esta guerra comercial no beneficia a ninguna nación, poniendo en riesgo la competitividad de Norteamérica.
El conflicto escaló luego de que el mandatario estadounidense firmara una orden ejecutiva condicionando el comercio a resultados inmediatos en el control del flujo migratorio y el tráfico de fentanilo. Ante ello, Sheinbaum reveló que ya instruyó al Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, para activar medidas de represalia comercial (“arancelarias y no arancelarias”) si Washington cumple su amenaza.
Expertos advierten que sectores clave como el automotriz y el agroalimentario serían los más golpeados. La Presidenta enfatizó que México ha hecho su parte en la contención migratoria y que el problema de las drogas es de salud pública en EE.UU., rechazando la retórica de culpa unilateral.
Líderes empresariales de ambos lados de la frontera han expresado su preocupación, llamando a una mesa de negociación urgente antes de que las medidas entren en vigor. El tipo de cambio reaccionó con volatilidad ante la incertidumbre.
El gobierno mexicano apuesta por el diálogo, pero Sheinbaum dejó claro que no habrá sumisión: “México se respeta y defenderemos nuestra soberanía comercial”, sentenció desde Palacio Nacional.



