La directora general de Sin Fronteras, Ana Saiz Valenzuela, afirmó que ninguna negociación, acuerdo o colaboración con Estados Unidos en materia migratoria o de asilo se debe centrar en la contención, detención, criminalización y deportación de centroamericanos.
En entrevista con Notimex manifestó su preocupación respecto a que no se haya reabierto la oficina del Instituto Nacional de Migración (INM) de Tapachula, Chiapas, ya que no se está documentando de manera ágil a los migrantes centroamericanos que cada vez viven situaciones más difíciles.
Descartó que el gobierno mexicano le esté haciendo el juego sucio a Estados Unidos para detener la migración; sin embargo, se observan actos de disuasión que obstaculizan el avance de los migrantes como el no documentarlos en tiempos diligentes y operativos policíacos muy fuertes.
En 2017 se deportó a 31 mil personas de Centroamérica, principalmente de Honduras, y en 2018 a 29 mil, mientras que en enero y febrero de 2019 suma 13 mil personas deportadas.
En enero y febrero 2018 hubo 20 mil detenciones y en el mismo lapso de 2019 se capturó a 18 mil 800 personas.
Ante este fenómeno, consideró que que se tiene que diseñar una política integral en la que participen, además de las secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores, las de Salud, Bienestar, Educación Pública y del Trabajo para enfrentar los retos que generan las caravanas.
Los migrantes quieren tener acceso, ya sea a una tarjeta de visitante por razones humanitarias o a un oficio de salida, pero al ser tan lentos los trámites los orillan a una situación de hacinamiento y desesperación en los campamentos.
Detalló que además de soportar el intenso calor, viven en condiciones que los llevan a situaciones de desesperación, y el discurso de los altos funcionarios no coincide con la realidad, por eso las manifestaciones.
Saiz Valenzuela precisó que no es que hoy haya más gente que está intentando cruzar México para llegar a Estados Unidos, porque cada año se registra un promedio de 500 mil personas, lo que sucede es que ahora están llegando juntas.
Se registra más presencia de familias porque el organizarse en grandes grupos hace pensar a los migrantes que pueden llevar a sus hijos más pequeños y se incrementa la presencia de mujeres y niños.
Es fundamental que los migrantes tengan acceso a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para que los migrantes conozcan sus derechos y puedan pedir asilo para no ser deportados.
Se debe tener en cuenta que muchos vienen huyendo de la pobreza y la violencia de sus países, y México tiene la obligación de darles asilo o apoyo porque ha firmado compromisos internacionales.