El coordinador de los diputados del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, aseguró que su bancada apoyó la reforma laboral que impulsó Morena, a pesar de la existencia de los intereses corporativistas que abandera el dirigente minero y senador morenista Napoleón Gómez Urrutia, “en falta ante los ojos de todo el país”.
“El grupo parlamentario del PAN ya puso su parte para que el gobierno federal no ponga pretextos para implementar los cambios derivados de esta reforma, pero exigimos una atención más puntual para atender las sombrías señales que se ciernen sobre la economía”, precisó.
Esta administración federal inicia con estallamientos de huelga como hace tiempo no se veían, los casos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de las maquiladoras del norte del país y hasta los médicos que han salido a la calle ahora para demandar el pago de salarios justos.
Además, advirtió, se ha enfrentado con los hoteleros y prestados de servicios turísticos, otrora la rama generadora de divisas, y todavía no termina de cerrar los expedientes por los despidos de miles servidores públicos que echó a la calle al comenzar esta gestión.
“Desde el Legislativo hemos dado un paso importante para dotar a México de una reforma laboral acorde con nuestro tiempo; sin embargo, tuvimos reservas y advertimos que existen sombrías señales en materia económica”, indicó.
Ello, afirmó, no sólo por la reducción en las expectativas de crecimiento que han emitido organismos internacionales, calificadoras y especialistas, sino porque pueden ir más a la baja si no se corrige la trayectoria que se lleva por el bajo desempeño de la actividad industrial.
No obstante, argumentó que su bancada avaló la reforma laboral porque constituye la refundación del sistema de justicia y la democratización de las organizaciones sindicales, ahora corresponderá al gobierno federal implementarla con éxito para que cristalice en la creación de empleos e inversiones.
Dijo que el Partido Acción Nacional (PAN) mostró su apoyo a la reforma laboral porque nadie en su sano juicio se opone a que el país avance, sobre todo en momentos en los que se requiere hacer una suma de esfuerzos hacia la generación de empleos y las inversiones: “En esto no hay regateo ni cálculo político que valga, porque hablamos del futuro de las familias mexicanas”.
El líder de los diputados panistas destacó que entre los aspectos relevantes se encuentra la refundación del sistema de justicia laboral, la desaparición de las Juntas Federales y Locales de Conciliación y Arbitraje, así como la creación del Centro Federal de Conciliación y el Registro Laboral, que dependerán del Poder Judicial y no del Poder Ejecutivo.
Además, con la aprobación de los diputados se atiende lo acordado en el Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en el anexo laboral 23-A, y de paso se responde a la advertencia de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos: “A menos que México apruebe una legislación acorde con el T-MEC ni siquiera podremos considerar su ratificación”.