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Comienza la Semana Santa y bendecimos las palmas

Las ceremonias principales del día son la bendición de las palmas, la procesión, la Misa y la lectura del relato de la Pasión durante la Eucaristía.

Además, se entrecruzan las dos tradiciones litúrgicas que han dado origen a esta celebración: la de Jerusalén y la de Roma. En la tradición litúrgica de Jerusalén se recuerda el gesto profético de Jesús siendo aclamado al ingresar como Rey de Paz y el Mesías y después condenado para el cumplimiento de las profecías.

Esto fue informado por la señora Andrea Pérez, quien por muchos años ha venido de la ciudad de Puebla a Nayarit en estas fechas, para pasar unos días con sus familiares y nos dice que sus hijos van creciendo y ya han venido para acompañarla en algunas ocasiones “y como soy creyente, conozco parte de lo que es el inicio de la Semana Santa”.

Dijo tener conocimiento que la celebración del Domingo de Ramos, se hace porque la gente alfombraba el camino por el que pasaría Cristo y gritaba: “Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto“.

Nos dice la señora Andrea que en su ciudad natal, los fieles que participan en la procesión, tradición, deben llevar en las manos ramos de palma y entonar cantos adecuados. Los sacerdotes y los ministros, llevando también ramos, deben marchar delante del pueblo y las palmas que se bendicen en la Santa Misa, las ponemos por dentro de la puerta principal de nuestras casas, ya que esperamos que Jesús está con nosotros para evitar que pasen delincuentes o gentes que quieran hacernos mal.

La bendición de los ramos y palmas tiene lugar antes de la procesión. También se debe instruir a los fieles cristianos a que conserven en sus casas, junto a las cruces o cuadros religiosos, los ramos bendecidos como recuerdo de la victoria pascual del Señor Jesús.

Agregó que hace años, como 50 o 60, los padres de familia rezaban de rodillas con las palmas que había sido bendecidas este día, cuando veían que se acercaba fuertes nubarrones, que anunciaban chubascos o granizadas y con ello, nos sentíamos tranquilos de que no pasaría nada o por lo menos que las lluvias serían leves.

Actualmente, llevamos a nuestros hijos y nietos a la iglesia, les inculcamos y les damos a conocer lo que nos enseñaron sobre el Domingo de Ramos y la Semana Santa “pero la vida cambia y la juventud ya no es tan católica como fuimos nosotros, porque nos llevaban, no nos invitaban, a ir a oír Misa todos los domingos y días festivos, en los viernes, después de miércoles de ceniza, no comíamos carne, jueves y viernes santos, no podíamos bañarnos, pero eso ya no se respeta, porque los tiempos van cambiando”.

Más cuando los jóvenes se van a trabajar a los Estados Unidos, porque al regresar ya traen otras ideas y ya no nos hacen mucho caso, ya en algunos pueblos en lugar de rezar los días santos o el sábado de Gloria, hacen bailes o se van a la disco, pero nosotros los padres, tenemos que apoyarlos y solo inculcarles que son días de guardar, que debemos destinarlos a nuestro Señor Jesucristo y aunque en algunos casos no nos entienden, en otros poco a poco nos can acompañando a rezar y a participar en el Viacrucis, en la Procesión del Silencio en la Crucifixión del Señor y en el Lavado de Pies, afirmó.

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