La presidenta Claudia Sheinbaum y la jefa de Gobierno Clara Brugada respaldaron este jueves la investigación legislativa contra Alejandro “Alito” Moreno, líder nacional del PRI, acusado de orquestar los grupos de choque que desataron la violencia en la marcha de la “Generación Z”. Las autoridades confirmaron que la Fiscalía capitalina atraerá las pesquisas para deslindar responsabilidades penales.
La manifestación del pasado 15 de noviembre, convocada originalmente por jóvenes, terminó en enfrentamientos que dejaron 120 heridos y 40 detenidos. Morena sostiene que la violencia no fue espontánea, sino una estrategia deliberada de la oposición para desestabilizar la capital y desacreditar al gobierno.
Diputados morenistas, encabezados por Xóchitl Bravo, presentaron testimonios y documentos que vinculan a organizaciones como Odet y Los 300 con la dirigencia priista. Denunciaron que los agresores eran hombres de 30 a 50 años contratados como “mercenarios”, no estudiantes, y que recibieron pagos directos para infiltrar la protesta.
“Vamos por Alejandro Moreno”, sentenció la bancada de Morena, calificando los hechos como terrorismo político. El PRI ha guardado silencio ante las acusaciones específicas de financiamiento, mientras que la oposición en general acusa al gobierno de criminalizar la protesta social para desviar la atención de la inseguridad.
La Comisión de Investigación del Congreso CDMX entregará sus hallazgos a la Fiscalía, lo que podría derivar en solicitudes de desafuero si se comprueba la participación directa de legisladores federales en los disturbios.



