Sin duda se trata de un atropello a niños, niñas y adolescentes el cierre del programa Escuelas de Tiempo Completo (ETC), porque es la consumación de un ataque sistemático que ha sufrido desde hace tiempo la educación en nuestro país. Al Gobierno federal y a la Secretaría de Educación Pública parece no interesarles el tema de la jornada ampliada y la alimentación, por ello es altamente negativa su cancelación ya que están en riesgo 3.6 millones de menores que se verán afectados en su desarrollo y aprendizaje, así como madres de familia y maestros.
Valeria Moy, Directora del Instituto Mexicano de la Competitividad A.C., (IMCO), a través de su cuenta de Twitter, reprochó la eliminación de las ETC.
“Las escuelas de tiempo completo permitían cerrar las brechas de desigualdad de oportunidades en el país. El programa no era perfecto, ninguno lo es, pero tenía potencial de cambiar la vida para muchos niños, mujeres y familias. Aquí algunos datos muy relevantes:
Las escuelas de tiempo completo agregaban entre 1.5 y 3.5 horas adicionales al horario escolar. Beneficiaban a 3.5 millones de niños y niñas en 25 mil escuelas.
51% de esos niños viven en zonas de alta y muy alta marginación.
Gracias a ese programa se daba alimentación a los niños y recursos a las escuelas para que construyeran comedores. El gasto por alumno en educación básica se incrementaba de 19,600 a 23,100 pesos.
A raíz de este estudio de UNICEF se muestra que para 66% de los alumnos, el alimento que recibían en las escuelas de tiempo completo era el primer alimento del día.
El programa elevaba la participación laboral de las madres de familia en 5 puntos porcentuales, las horas que trabajan en 1.8 por semana y sus ingresos promedio en 36%. La diferencia era evidente. Pública y notoria, dirían por ahí.
Con estas escuelas se redujo la proporción de alumnos que no logra aprendizajes básicos y aumentó la que alcanza niveles más altos. El efecto sobre los aprendizajes de los alumnos en escuelas de alta marginación es 30% mayor al efecto en otras escuelas.
Destruir el programa de escuelas de tiempo completo es una medida regresiva con un fuerte impacto negativo en las áreas más marginadas del país. Sí, mejorarlo y corregirlo era posible, sin duda. Destruirlo no mejora las cosas y es contrario a construir un mejor México”, concluyó.
Por su parte, la organización Mexicanos Primero, emitió un posicionamiento que comparto a continuación:
En desacato a la sentencia judicial del amparo obtenida por Mexicanos Primero y a pesar de que recibió más presupuesto este año, siendo la bolsa presupuestaria más grande, fuera de las becas, que maneja la Secretaría de Educación Pública (SEP), el gobierno federal ha decidido dejar sin horas extras de aprendizaje y sin servicio de alimentación a 3.6 millones de niñas, niños y adolescentes (NNA), al eliminar las escuelas de tiempo completo del programa “La Escuela es Nuestra” (LEEN).
Esta decisión también es un claro agravio para maestras, maestros y directivos que laboran en escuelas de este tipo, quienes dejarán de recibir los apoyos económicos adicionales por las horas extra de aprendizaje, una parte importante de sus ingresos. Ello afecta su proyecto profesional y sus ingresos, y contraviene las promesas que se les hicieron. Además, afecta el arraigo e identificación con las comunidades que es deseable para ofrecer mejores resultados socioemocionales y de aprendizaje a los estudiantes más empobrecidos de México.
Esta decisión de la SEP merece repudio, pues traiciona la progresividad en el derecho a aprender de NNA quienes, tras dos años de pandemia, hoy más que nunca necesitan de más horas de estudio y atención socioemocional en las escuelas para combatir el rezago que el encierro les dejó. Además, es una muestra del desprecio que el gobierno federal tiene hacia NNA, prefiriendo destinar recursos a programas de carácter clientelista en lugar de soluciones más integrales, lo cual invita a pensar que su propósito es beneficiarse en lo electoral.
Hace dos años, el Gobierno Federal decidió destruir uno de los programas con mayor aporte para el derecho a aprender en nuestro país, el Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC). Tuvo que darse una intensa manifestación de docentes, directivos, familias y organizaciones de sociedad civil en contra de su eliminación, para que las y los legisladores aceptaran en el último momento de aprobación del presupuesto que sus objetivos se cubriesen con recursos del programa La Escuela es Nuestra (LEEN). Se agregaron dos componentes a:
1 LEEN, además de la mejora a la infraestructura: la jornada escolar ampliada y el servicio de alimentación. Los apoyos para la jornada escolar ampliada cubrirían los apoyos económicos que recibían docentes y directivos cuyas escuelas formaban parte del PETC. Por su parte, los apoyos para el servicio de alimentación, aunque reducidos en comparación con el PETC, ahora irían directamente a madres y padres de familia. Si bien el programa federal dejaba de existir como tal, la “escuela de tiempo completo”, aún golpeada, sobrevivía a través de LEEN.
Para 2022, en la aprobación del Presupuesto de Egresos, LEEN recibió un aumento presupuestal de poco más del 10% respecto a 2021, con un presupuesto total de cerca de 14 mil millones de pesos. Se ordenó, además, que contara con Reglas de Operación (RO), antes del último día hábil de febrero, ante el amparo que presentamos y las frecuentes indicaciones de opacidad y de manejos clientelares de los funcionarios de la Secretaría de Bienestar. La administración, sin embargo, ha decidido burlarse de docentes, directivos, y NNA al presentar un anteproyecto de RO ante la Comisión Nacional Mejora Regulatoria (CONAMER) que elimina totalmente los componentes de alimentación y jornada ampliada. Vuelve a ser un programa de albañilería con criterios sesgados y sin atender las urgencias, ni siquiera físicas, de los planteles para el regreso.
Así es, a pesar del aumento en recursos y de una sentencia judicial ordenándoles asignar 5 mil millones de pesos a la ampliación de jornada y alimentación, la administración decidió afectar de manera despiadada a 3.6 millones de NNA, quienes necesitan mayor tiempo en las aulas para reparar el desajuste emocional y el rezago académico que han sufrido, sin hablar del empobrecimiento de sus familias en el encierro.
En vez de ampliar el alcance de este tipo de escuelas para hacer frente a la crisis educativa, les han dado un golpe que podría ser definitivo. Por si fuera poco, a 1.6 millones de NNA les arrebató alimentación caliente, la nutrición más importante de cada día, y a las maestras, maestros y directivos que forman parte de estas escuelas les quitó parte de sus ingresos.
El arreglo que tuvo LEEN en 2021 resultó ser una farsa. Muestra que al gobierno federal no le importan las NNA, ni los estragos que la pandemia causó en ellas y ellos. Esto ya es evidente con la irresponsabilidad con la que se ha actuado en el regreso a clases presenciales, aventando sin paracaídas a maestras, maestros, directivos y NNA al precipicio de escuelas sin agua, sin condiciones apropiadas de ventilación, sin cubrebocas ni protocolos sólidos de prevención de contagios. La eliminación de las escuelas de tiempo completo añade injuria y daño a ese desdén. Las promesas incumplidas afectan a las hijas e hijos de otros.
No hay que olvidar que el discurso que pretende “revalorizar” a las y los maestros se aleja de la realidad; en este caso es claro que se les engañó y se decidió que sus ingresos y derechos laborales se vieran violentados. La SEP tiene oportunidad de retirar y corregir su anteproyecto, y de no publicar las Reglas de Operación, para no completar este inaceptable atropello. Una vez más, maestras, maestros, NNA, familias y organizaciones de la sociedad debemos reaccionar, alzar la voz y encender la llama de la exigencia para salvar a las escuelas de tiempo completo; 3.6 millones de estudiantes y miles de maestras, maestros y directivos que han hecho funcionar estas escuelas lo merecen.
Se trata pues de un nuevo revés a la Educación y a las familias más pobres de México, consumado el martes 1 de marzo, por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tras ser publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el Decreto por el cual desaparecen del programa “La Escuela es Nuestra”, las Escuelas de Tiempo Completo (ETC), afectando en su desarrollo, aprendizaje y alimentación a más de 3.6 millones de niños y niñas en todo el país, madres de familia y maestras y maestros que se beneficiaban con el tiempo extendido de clases.
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