El Congreso del Estado está integrado por un “sistema de botín” en su nómina, ‘que se ha construido con este criterio, lo que genera es que no tengamos certeza que la gente que trabaja en el Congreso realmente tiene las competencias y las capacidades para desarrollar la labor Legislativa”, señaló la diputada Mara Robles Villaseñor, Presidenta de la Comisión de Administración, el cambiarlo, “políticamente es difícil y riesgoso porque detrás están las complicidades”.
La Secretaría General y el órgano interno de control tienen conflicto de interés, por eso ha sido difícil erradicar a “aviadores”, por eso se debe llamar a una instancia externa e imparcial que de preferencia ni conozca a los distintos grupos Parlamentarios, y “desnude que los puestos asignados están sin un criterio profesional. Hay gente sin preparación y sin experiencia que tiene salarios elevados y hay quienes son tratados injustamente porque tienen preparación y salarios menores”.
Robles apuntó: “quiero que se desnude el mecanismo de botín; que se ordene; pongamos puesto, función y se evidencie las injusticias”.
No es un problema técnico, es político, pero tiene que tener herramienta técnica para desnudar el acuerdo político, refirió.
Es lograr la profesionalización del servicio civil de carrera y lograr un servicio público de la carrera.
El Congreso es obeso y caro porque no le da resultado a la población. Tiene una nómina que representa el 92% del presupuesto de 855 millones de pesos, pero el presupuesto representa apenas el 0.7% del presupuesto del Gobierno del Estado.
Ningún diputado pidió aumento de sueldo ni regreso de las casas de enlace, aclaró la legisladora.
Insistió que los diputados deben rendir cuentas y lo sostendrá aunque otros no lo consideran necesario.
Debe ser, consideró una invitación restringida de servicios profesionales para que pongan orden a la nómina que durante años ha estado desordenada de manera conveniente.
No es incapacidad administrativa es conveniencia de estás personas que no tienen licenciatura y tienen salario de 37 mil pesos y horarios de 9 a 2 de la tarde. Y personas con maestría y doctorados que tienen nombramiento de auxiliar administrativo.
“Quiero justicia para trabajadores con salario digno y evaluación de desempeño. Y si alguien se atolondra, se atora, se vuelve muy comodino que tampoco tenga ascensos”.
¿Qué está en juego en este presupuesto? , cuestionó respondiendo, lo que está en juego es “si cambiamos el acuerdo político de complicidad para que la nómina siga siendo un botín político y dar el primer paso de profesionalizar el Congreso. La comisión de administración debe ser valiente”.
El miércoles por la noche entregó el dictamen del presupuesto en la gaceta Legislativa junto con anexos que elaboró la Secretaría General.
El 92% de los 855 millones de pesos se gasta en nómina. “De tal manera que no habrá grandes novedades”, en este presupuesto que debe estar aprobado el lunes próximo.
Insistirá de manera intensa, incansable e irrenunciable de que tiene que haber un servicio profesional de carrera, de ingreso, permanencia del personal del Congreso sea con base al mérito a través de concursos de oposición a través de evaluaciones de pares y de capacitación.
Lo que estamos esperando es la opinión de los distintos Grupos Parlamentarios sobre este presupuesto.
Se consideraron temas elementales, refirió como el mantenimiento, compra de filtros para el aire acondicionado, porque hay zonas del Congreso dónde los trabajadores están en auténticas mazmorras que ni siquiera tienen ventanas, ni aire acondicionado y hay áreas del Congreso que están muy pauperizadas.
Lo importante, destacó es el trabajo Legislativo por lo que propuso una partida especial de servicios profesionales y hacer análisis y estudios comparados para recibir especialistas e intercambiar con gente de distinto nivel y aprender, ¡Eso fue rechazada!.
También planteó un recurso para la rendición de cuentas para volver a los distritos “no para comprar bubulubus, sino para dar la cara, volver a la calle, tampoco fue aprobado.
