“Para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo”, reza un conocido dicho mexicano. El comentario viene a propósito de que cada vez son más las voces y con mayor peso específico, las que se dejan escuchar en el sentido de reprobar la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, al grado que gente que anteriormente se había reservado sus comentarios hoy hace patente sus críticas y expresa sus preocupaciones respecto a lo que está ocurriendo en el país bajo la égida del actual régimen.
El pasado fin de semana fue nada menos que el fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien criticó a la administración encabezada por López Obrador (AMLO), quien desde 2012 abandonó las filas del partido del Sol Azteca para abrirse paso en los comicios electorales como líder de su propio partido: Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
En entrevista con el semanario Proceso, el político de 87 años señaló que el Gobierno de México sigue aplicando “la misma medicina” para combatir el fenómeno de la inseguridad, la cual se ha acentuado en los últimos años, pues según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en diciembre del 2021 la percepción de la población de 18 años y más sobre la inseguridad en su ciudad fue de 65.8%.
De este modo, Cárdenas señaló que debe haber un debate sobre cómo mejorar integralmente la realidad actual del país «”para dar solidez a un futuro de progreso y bienestar sostenidos para México y los mexicanos”, y corregir los errores que vienen desde la Revolución porque “el tobogán de deterioro que prevalece en la actualidad no puede ni debe ser el futuro de México”», se señaló en la publicación semanal.
Asimismo, se dejó ver que en su más reciente obra titulada Debatir el presente para un mejor futuro, el exgobernador de Michoacán de Ocampo habló sobre la democracia mexicana, la inseguridad en el país, la presencia del crimen organizado en territorio nacional y la corrupción, como cuestiones que se “deben limpiar (…) con base en la ley, evidentemente”. Asimismo, Cárdenas Solórzano habló sobre la militarización en el país.
“Se trata de corregir un mal aplicando la misma medicina (…) tenemos tres décadas aplicando la misma política en materia de seguridad o de combate a la delincuencia, y lo único que vemos es que aumenta el grado de la delincuencia”, explicó el político durante la entrevista.
En cuanto al tema de las elecciones, aclaró que “no tiene elementos para hablar de la reforma electoral que prevé proponer el presidente López Obrador, pero asegura que hoy tenemos una mejor democracia electoral que la que teníamos antes”, escribió el reportero José Gil Olmos.
Asimismo, el exjefe de Gobierno del entonces Distrito Federal y también excandidato a la Presidencia de la República señaló que los partidos que hoy en día participan en la vida política del país “carecen de propuestas respecto a qué modelo de nación pretenden desarrollar, que tipo de sociedad o qué tipo de convivencia social quieren desarrollar y cómo quieren la relación de México con el mundo”, aseveró.
“No tenemos resultados satisfactorios”: Cárdenas arremetió contra la estrategia de seguridad de AMLO
El pasado mes de diciembre del 2021, Cárdenas señaló que actualmente no hay paz interna en el país, pues es de conocimiento público que grupos de delincuencia organizada han ganado poder en algunas entidades federativas.
Durante su participación en el evento “Encuentro de Gobierno y Sociedad Civil” bajo el tema Igualdad frente a libertad, libertad frente a igualdad: ¿es posible resolver la tensión perenne?, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, el político aseguró que en la administración del tabasqueño no hay claridad en sus planes en materia económica, social e internacional, así como en la lucha contra la violencia y la corrupción.
“Lograr la paz, el erradicar la delincuencia no es sólo una cuestión del Estado, una cuestión de orden policiaco o de Fuerzas Armadas, sino que ha faltado involucrar a la sociedad; saber qué se quiere hacer, saber qué corresponde a cada organismo del Estado para ir ganando la paz y erradicar la delincuencia”, explicó.
Por su parte, Carlos Manuel Urzúa Macías, quien hasta el 9 de julio de 2019 se desempeñara como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y fuese colaborador cercano de López Obrador, se ha convertido en uno de sus más severos críticos desde que renunció al cargo.
En una colaboración para el diario Vanguardia, del 31 de enero pasado, habló de lo que llamó “Tres años deplorables”, la cual me permití compartir:
“Durante los tres primeros años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la economía sufrió el mayor retroceso registrado en la historia de México desde hace noventa años.
Debido mayormente a la Gran Depresión Mundial, la economía mexicana experimentó en 1932 una caída en su producción nacional de casi 15 por ciento. Tal debacle hace ver cualquier depresión económica posterior como, literalmente, un juego de niños. Aun así, el desplome económico que se dio en el primer trienio lopezobradorista no tiene paralelo alguno con lo que ocurrió durante cada uno de los sexenios presidenciales que ha habido en México, desde el cardenista (1934-1940) hasta el peñista (2012-2018).
Ni siquiera las graves crisis económicas que sufrió el país en 1982-1983, 1994-1995 y 2008-2009 ocasionaron un desplome que no fuera a su vez seguido por un pronto repunte. Nunca antes se había tenido en la primera mitad de un sexenio presidencial una contracción económica que todavía no se logra revertir. En efecto, entre 2018 y 2021 la producción cayó, lastimosamente, casi un 4 por ciento.
El Inegi liberó el estimado oficial sobre el crecimiento que se tuvo en el año 2021. Ese rebote que se esperaba tras la recesión registrada en 2020 fue menor al esperado. Y las malas noticias continúan pues para este año se pronostica un crecimiento entre dos y tres por ciento, por lo que se tendrá que esperar hasta el 2023 para recuperar el nivel de producción que se tuvo en 2018.
¿Cómo explicar ese deplorable desempeño? Dos similitudes emergen cuando se contrasta lo que pasó durante la Gran Depresión Mundial, cuyo inicio fue en 1929 pero perduró en la década de los treinta, y la gran recesión mundial que se dio en el 2020 por la pandemia. Una característica en común fue, por supuesto, que las dos crisis se dieron de manera simultánea en muchas naciones, lo que exacerbó la caída de las economías debido a la interdependencia mundial.
Pero hubo otro factor que también se repitió en ambos casos: la falta de un consenso sobre qué políticas públicas deberían emplearse para paliar las depresiones. Esto fue más evidente en la década de los treinta, cuando la política monetaria seguida por varios países, notoriamente la de Estados Unidos, agudizó la caída al reducir, en lugar de ampliar, la liquidez disponible en la economía.
México también erró entonces. En 1931, cuando Plutarco Elías Calles ya no era presidente de la República pero transcurría su maximato (1928-1934), se decretó una reforma monetaria conocida como el Plan Calles. Fue bendecida por él, pero fue ideada en la Secretaría de Hacienda. Entre otros yerros, tal reforma fijó la paridad peso por dólar al mismo nivel que en 1905 (¡veintiséis años antes!).
En la crisis del 2020 muchos países, entre ellos Estados Unidos, ya no erraron: de inmediato aumentaron la liquidez y el gasto público, para contener, en lo posible, el cierre de empresas y el despido de trabajadores. Pero México volvió a las andadas, demorando un tanto el incremento de la liquidez en la economía y, lo más trágico, dejando a la buena de Dios tanto a las empresas como a los trabajadores. El Gobierno simplemente dejó que quebrara parte del sector productivo del país. Una inexplicable equivocación que explica parte de la actual pesadilla”, firmó Urzúa.
Se le van cerrando el círculo al presidente; los amigos y ex colaboradores se van volviendo más críticos. Se cansaron de ser comparsas y/o espectadores y están haciendo escuchar sus voces.
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