La polémica sección denominada “Quién es quién en las mentiras” que se presenta los miércoles durante la conferencia Mañanera del presidente para defender el quehacer gubernamental y básicamente atacar a los periodistas y medios de comunicación que le resultan incómodos al actual régimen, está alcanzando altos niveles de rechazo y reprobación por lo que no resulta extraño que ya se escuchen versiones que anticipan su próxima desaparición, y más aún después de que esta semana el relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca, quien se pronunciara por la eliminación de este bodrio que únicamente ha generado una mayor confrontación, y denostación de parte del actual régimen hacia el gremio periodístico.
El especialista ha instado al gobierno mexicano a reconocer la “crisis” de violencia que atraviesa el periodismo en México –marcado por cuatro asesinatos y dos atentados en un solo mes– y le urge a que suspenda el polémico espacio.
Vaca recuerda que, en junio de 2018, Edison Lanza y David Kaye, entonces relatores para la libertad de expresión de la CIDH y de la ONU, respectivamente, publicaron un informe sobre el estado –deplorable– del periodismo, el cual incluía 44 recomendaciones.
El experto indica que la administración de López Obrador está diseñando un nuevo mecanismo de prevención y protección a defensores y derechos humanos y periodistas, ante el fracaso del modelo actual, y sostiene que, en este contexto, están quedando afuera 5 de las 44 recomendaciones que los expertos determinaron en 2018. “Creo que es importante que sean tomadas en cuenta hoy”, dice.
En su entrevista con Proceso, hace especial énfasis en las que recomiendan al Estado “seguir reconociendo, en las más altas esferas del Estado, la legitimidad y el valor del trabajo de los periodistas y repudiar en todo momento los delitos perpetrados contra ellos”, y a “restablecer la confianza pública entre los periodistas y los medios de comunicación” con las autoridades, dos temas debilitados por el “Quién es quién de las mentiras” y las declaraciones desafortunadas de López Obrador contra los periodistas.
“Estamos hablando de la base de la conversación: se pueden tener comentarios; se pueden tener diferencias, es natural; se pueden hacer críticas, claro que sí. Pero están matando a periodistas y es muy importante que la autoridad rechace las violencias y reconozca la legitimidad del trabajo de las y los periodistas”, insiste.
Aparte, si bien reconoce que la ética periodística o la auditoría sobre la rigurosidad de la profesión “son temas muy importantes”, insiste en que “están fuera, en términos de estándares internacionales, de la órbita del Estado y de los gobiernos”.
Y refrenda sus críticas al espacio de Ana Elizabeth García Vilchis, que cada semana acarrea un sinnúmero de señalamientos en México, incluso en los rangos de Morena, donde las frecuentes pifias de la mujer también suscitan molestias.
“En reiteradas ocasiones se ha equivocado; nada más irónico que un espacio que pretende combatir la desinformación pueda estar confundiendo. Y eso ha ocurrido: el espacio se ha equivocado”, dice Vaca, quien abunda: “es francamente muy extraño, para una sociedad democrática, que haya espacios de auditoría gubernamental a la prensa, una auditoría que es errática, porque muchas veces les ha tocado corregir; que es ligera, que en algunos casos es caprichosa, que todos los miércoles es unilateral, y que es además selectiva”.
Regresando un panorama más general, Vaca reconoce que “ocasionalmente he escuchado un repudio a la violencia contra la prensa y un reconocimiento a su legitimidad, pero parece ser discrecional y selectivo: no es una legitimidad de la labor, o una legitimidad del derecho, parece que se reconoce una legitimidad selectiva, como para los ‘pocos periodistas’ a los que (López Obrador) se refirió la semana pasada”.
¿Hay una confusión respecto al papel de la prensa, al señalar una prensa buena y una prensa mala?, se le pregunta.
“No corresponde a la autoridad definir la nobleza, lo acertada o calificar a la prensa en general (…) La autoridad no tiene la facultad de hacer auditoría de los contenidos periodísticos; además, los estándares internacionales le exigen ser tolerantes a la crítica”, reviró el entrevistado.
Y así como el titular de la CIDH expresó su repudio a esta sección creada a la medida de las necesidades del área de comunicación del gobierno y del propio presidente, se han dejado escuchar otras voces más allá de nuestras fronteras.
Es el caso de el diario británico Financial Times, que en julio de 2021, señaló es “rico en ironía” que López Obrador tenga esa sección y haya dicho más de 56,000 afirmaciones falsas, de acuerdo con un estudio.
“Se necesita descaro para ignorar los hechos y luego sermonear a los medios sobre decir la verdad”, se lee en el editorial publicado la primera semana del mes en comento, en el cual la periodista Jude Webber asegura que el presidente decidió dedicar el segmento para “nombrar y avergonzar a columnistas y medios de comunicación por publicar noticias que considera falsas”.
Recalcó que “es rico en ironía” que el presidente emplee este tipo de ejercicios cuando estudios recientes han señalado que en lo que va de su sexenio ha dicho más de 56,000 afirmaciones falsas, lo que implicaría un promedio de 88 mentiras por conferencia de prensa matutina.
“El intento de López Obrador de monopolizar la verdad preocupa incluso a algunos de sus seguidores”, aseguró el diario británico antes de cerrar con la cita de un adepto del presidente que dijo: AMLO “necesita escuchar y aceptar las críticas”.
Cuando presentó la sección en la mañanera, el presidente de México señaló que “nadie debe de sentirse ofendido, por encima del interés personal, por legítimo que sea, siempre debe estar el interés general, colectivo… No se va a calumniar a nadie, imagínense tocar a los que se consideraban intocables, nada más ellos podían cuestionar y hasta destruir la dignidad moral y hasta el prestigio de la personas, porque era el cuarto poder”, pero periodistas mexicanos e internacionales no piensan lo mismo y acusan de estigmatización al ejecutivo mexicano.
Cabe señalar que ya antes del Quién es quién en las mentiras, el 24 de abril de 2021, La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se pronunció en contra del hostigamiento contra periodistas de América Latina por parte de los gobiernos, principalmente en México, Argentina, Brasil y El Salvador.
Al presentar las Conclusiones de su reunión de Medio Año, la Sociedad Interamericana de Prensa concluyó que “los mandatarios Nayib Bukele, de El Salvador; Jair Bolsonaro, de Brasil; Andrés Manuel López Obrador, de México, y Alberto Fernández, de Argentina, son quienes más hostigan al periodismo”.
“Desde el poder político continúa el avance por desacreditar y estigmatizar el ejercicio del periodismo, generándose un clima hostil que puede degenerar en acciones violentas concretas contra medios y periodistas”, advirtió la SIP, y en ese contexto, habría que reconsiderar la permanencia del espacio conducido por Ana Vilchis, siendo que suman cuatro periodistas asesinados en México en el primer mes de este incipiente 2022.
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