Unos 900 choferes de servicio de transporte de plataforma que operan en Puerto Vallarta podrían regularizarse y formar parte de la aplicación DiDi.

Lo anterior, lo dio a conocer Alejandro López, chofer de aplicación y miembro de Fuerza Vallarta, agrupación civil que en los últimos años ha defendido la operatividad de las plataformas en la ciudad.

A decir del trabajador del volante, luego de que la Secretaría de Transporte les ofreció regularizarse a través de esta aplicación que comienza a operar en la ciudad, platicaron entre ellos y decidieron aceptar la propuesta.

“Vamos a darle para adelante todos los grupos de Puerto Vallarta, nos vamos a registrar con DiDi”, dijo Alejandro, quien estimó que serían unos 900 conductores los que se registrarían con la nueva aplicación.

“Es muy probable que de todos los choferes de Puerto Vallarta, al menos el 40 o 50 por cientos se cambien a DiDi.

Más o menos en lo que es mi alianza, la Alianza Vallarta que tengo y Conductores Unidos Vallarta, tenemos unos 900 carros”, detalló.

Al formar parte de otras aplicaciones como Uber o InDriver, esta última no aprobada en la entidad, los conductores buscan mejores ingresos, pues las comisiones que estas empresas les exigen son muy altas y les dejan pocas ganancias.

“Ellos (DiDi) están ofreciendo la comisión del 15 por ciento, y algunas promociones por completar algunos viajes que le llaman retos”, agregó el hombre al agregar que desde hace tiempo estaban buscando una competencia para Uber, única aplicación, hasta hace unos días, autorizada para operar en este destino de playa.

“Queríamos que Uber bajara su comisión, pues como se sentía el único, obviamente hacía y deshacía con nosotros”, añadió.

Fue a mediados del 2017 que el servicio de transporte a través de plataformas digitales llegó a Puerto Vallarta, pero fueron al menos dos años en los que sus choferes sostuvieron disputas con los taxistas tradicionales y con las autoridades de transporte, al no permitir su operatividad, incluso, se registraron encuentros violentos que afectaron la imagen de la ciudad, sin embargo, con el paso de los meses y con su regulación, los conductores fueron acoplándose, pero las propias empresas digitales los explotaban con altas comisiones que les dejaban bajas ganancias.