Con orden y respeto a todos los protocolos establecidos, los vallartenses acudieron ayer a los panteones de la ciudad para visitar a sus fieles difuntos.
Se respetó el aforo no mayor a 60 por ciento y la distancia de un metro y medio entre las personas, esto, debidamente vigilado por personal de Protección Civil y de la policía municipal.
Revisadas las personas (con todo y toma de temperatura) ingresaban a los panteones donde su comportamiento se daba conforme a las expectativas, es decir, no consumo de bebidas embriagantes, no alimentos y no música.
Afuera, vendedores de ocasión se esmeraban en la venta de sus productos alusivos a la fecha, sin que se presentaran quejas por abusivos cobros.
Sin embargo, provistos de flores, de comida y, los que pudieron camuflarlo, de bebidas alcohólicas, ingresaron a los camposantos, donde al parecer no se presentaron incidentes que lamentar.
A final de cuentas, el vallartenses visitó a sus fieles difuntos en una jornada con saldo blanco.