A partir de este lunes vallartenses acuden a los panteones a visitar a sus difuntos.
Algunos, desde hace años y otros que recientemente los perdieron.
Los panteones han comenzado a ser llenados por personas que acuden allí a limpiar las tumbas de sus seres queridos, llevarles flores para mañana pasar el día con ellos, aunque de manera limitada por las medidas de bioseguridad que restringen los aforos dentro de los camposantos y prohíbe la comida en su interior y la música en vivo.
Al ingreso de los panteones, personal de Protección Civil toma la temperatura de los visitantes y les ofrece alcohol en gel, como parte de las medidas de bioseguridad, pues en el interior solo se permite un aforo no mayor a 60 por ciento y se solicita la distancia de un metro y medio entre las personas. Al exterior de los panteones los puestos de flores, coronas, adornos, pan de muerto y comida tratan de hacer su agosto, pues el año pasado no pudieron hacerlo debido a la pandemia del coronavirus.
