¿Verde o azul? Nuevamente se abre un sistema binario para “intentar” resolver una problemática compleja, donde, o estas bien o estas mal; es blanco o negro; ahora eres provida o pro aborto.
Este tipo de discusiones ciega el racionalismo en las personas, tomando conductas radicales, en las cuales no se abren a otras alternativas; ambos bloques se desviven por tener la razón.
Recientemente el tema del aborto ha vuelto a movilizar a esos dos grandes bloques; desde que el pasado 7 de septiembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación declarara en un fallo histórico, como inconstitucional el acto de castigar la interrupción voluntaria del embarazo, con dicho fallo se invalidan varios artículos del código penal de cada entidad; ya que en la mayoría de las entidades federativas contemplaban penas privativas de libertad en relación con el delito de aborto; como en Guanajuato, donde la práctica del aborto se castigaba con penas de prisión de hasta 30 años.
Cada estado ha legislado diferente y en los cuales, el aborto no es penalizado, coinciden en 4 condicionantes para no castigarlo las cuales son por violación, por malformación, por poner en riesgo la vida de la mujer o ya sea culposo o involuntario; toda otra causa era criminalizada.
Pues desde ese fallo, ya no lo es; por eso la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) hace un llamado a resolver las 432 carpetas de investigación abiertas por este delito entre enero y julio de este año, en 27 entidades federativas, 3 de esas carpetas son del estado de Nayarit, donde se supone es legal bajo las condicionantes ya mencionadas, estas se respaldan en los artículos 371 y 372 del código penal.
Mientras eso ocurre en el estado, asociaciones como SALVEMOS LAS DOS VIDAS, hacen un llamado a todas las autoridades (tanto estatales como nacionales) a respetar y proteger a los nonatos.
La doctora Silvia Guadalupe Briseño Cruz, médica cirujana partera, calificó de injusto e ilógico que quienes son los responsables de proteger la vida humana aprueben leyes que la priven desde su concepción; por otro lado, Antonio Lazcano, científico especializado en biología evolutiva menciona que no se le puede llamar “persona” a un cigoto de menos de 12 semanas de gestación, pues dice que incluso la placenta tiene el mismo material genético que el cigoto.
Las autoridades eclesiásticas no se quedan atrás, pues en reiteradas ocasiones no pierden la oportunidad de hablar del tema; como Artemio Flores Calzada, Obispo de la Diócesis de Tepic, a quien se le hace absurdo, que defiendan la vida de la flora y fauna, y estén a favor de asesinar “niños”.
Otro zapatero que no esta en sus “zapatos” es Jorge Armando Gómez Arias, ex Magistrado, quien lamentó que los Ministros de la Suprema Corte de la Nación estén apoyando el aborto; se justifica diciendo que existen otros métodos para que las mujeres no queden embarazadas; lo que el no sabe, es que 18 de cada 100 adolescentes se embarazan y muchas veces no es por consentimiento sino por violación, o simplemente porque no tiene una educación sexual adecuada o acceso a servicios de anticoncepción.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países donde las mujeres tienen acceso a una educación sexual adecuada y a servicios de anticoncepción seguros y el aborto es legal, la probabilidad de muerte como consecuencia es de 1 por cada 100.000 procedimientos, en cambio donde es ilegal, esa cifra se eleva a 70 mujeres por cada 100.000 interrupciones y todo porque no hay clínicas especializadas y las que “hay” trabajan clandestinamente.
Solo queda preguntarse ¿Qué es lo verdaderamente importante, criminalizar a una mujer por abortar o generar una buena educación sexual de manera temprana para que aprendan a elegir cuando concebir? Mientras que por el caso de violaciones, bueno eso ya es otro tema para otra opinión.