mañanera claudia sheinbaum

PANDEMIA Y POBREZA, UNA MALA COMBINACIÓN

Redacción

La educación en México resintió el impacto de la pandemia del COVID-19 y de la crisis económica, ya que 5.2 millones de personas en el país interrumpieron sus estudios por estos motivos.

La Encuesta para la Medición del Impacto Covid-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que 2.9 millones de personas de 3 a 29 años de edad no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021 por falta de recursos económicos, y 2.3 millones fue por algún motivo relacionado con la pandemia.

Las principales causas fueron porque consideran que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje, con el 26.6 por ciento.

Otra causa fue que sus tutoras y tutores se quedaron sin empleo o cerró el lugar donde trabajaban, con el 25 por ciento, mientras que carece de computadora, otro dispositivo o de conexión a Internet, el 22 por ciento.

De estos, 3 millones corresponden al nivel de educación básica (preescolar, primaria y secundaria): 1.3 millones fue por motivos de la COVID-19 y 1.6 millones por falta de recursos económicos.

Los hombres fueron los más afectados con 2.8 millones que suspendieron sus estudios: 1.5 millones por falta de recursos y 1.3 millones por la pandemia. En el caso de las mujeres fueron 2.5 millones: 1.4 millones por falta de recursos y 1.1 millón por Covid-19. Adicional a los 5.2 millones que no se inscribieron al ciclo escolar por COVID-19 y falta de recursos, 3.6 millones fueron porque tenían que trabajar.

“De los motivos de no inscripción al ciclo escolar 2020-2021 destaca la respuesta por falta de dinero o recursos, que pueden estar intensificados dado los efectos de la crisis provocada por la pandemia, aunque directamente no se haya asociado al fenómeno de la COVID-19; en la misma condición se puede asociar la respuesta: porque tenía que trabajar”, indicó el INEGI en su reporte.

Marco Fernández, profesor-investigador del Tecnológico de Monterrey e investigador de México Evalúa, indicó que lo más preocupante es que no hay a la fecha por parte de la autoridad un dato público sobre el abandono escolar, pero además, la encuesta tiene una cobertura de las razones de lo que han vivido los que han estado inscritos, pero no hay una medición de las afectaciones del aprendizaje, no se sabe lo que están aprendiendo los alumnos.

Agregó que otro problema es que las personas están dejando truncos sus estudios, “tendrán un futuro sombrío porque van a tener menores posibilidad de ingreso y eso a su vez creará un problema de círculos perversos de pobreza, es decir, si empiezas a ganar menos porque no tienes estudios, las oportunidades de brindar recursos a tus hijos serán menores”.

Por ello, consideró que es necesario tener una ruta clara sobre el regreso paulatino a clases en el presente año y en los próximos, para ir compensando la pérdida de aprendizaje.

“La pandemia obligó a lanzarse abruptamente a una nueva experiencia, la falta de saber utilizar la educación a distancia ha provocado decepción, hastío de alumnos y profesores, esto ha provocado la deserción y mala calidad de la educación durante y pospandemia”, dijo Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas de la UNAM.

Agregó que esto tendrá un efecto negativo en “la modernización, desarrollo económico y humano y en el futuro digital, al que aceleradamente avanzan otros países en este siglo. Es necesario, contar con las plataformas educativas e infraestructura adecuada y preparar al personal docente en los modelos educativos a distancia”.

La ECOVID-ED reveló que de la población que no se inscribió al presente ciclo escolar por causa del coronavirus, el 27 por ciento fue porque consideraron que las clases a distancia son poco funcionales.

Le sigue el hecho de que alguno de sus padres o tutores se quedaron sin empleo o cerró el lugar donde trabajaban, con 25 por ciento del total y al 22 por ciento le afectó carecer de computadora u otro dispositivo o conexión a Internet.

El 28.6 por ciento de los hogares tuvo que realizar un gasto adicional en teléfono celular para atender las clases a distancia; 26.4 por ciento contrató servicio de Internet y 20.9 por ciento gastó en adecuar un espacio para el estudio.(El Financiero 23/03/21).

Por su parte, el estudio “Impacto de la pandemia en niñas y niños”, realizado por la Secretaría de Gobernación reveló que el confinamiento por covid-19, las restricciones a la movilidad, la suspensión de clases y otros factores, han generado afectaciones graves en el desarrollo y salud mental de niñas y niños mexicanos, lo que se refleja en el incremento de la deserción escolar, violencia familiar, embarazos y suicidios.

 

Violencia contra niños

 

La violencia familiar registró máximos históricos de marzo a junio de 2021 pues durante el primer semestre de 2021 se registraron 129 mil 20 carpetas de investigación por violencia familiar, un aumento del 24 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, revirtiendo la tendencia descendente en el delito.

Respecto a las lesiones por violencia, en 2020 el 75.78 por ciento de las lesiones ocurrieron en el hogar. En el 73.29 por ciento de los casos, la persona responsable tenía algún parentesco con la víctima. El 81.6 por ciento de las víctimas fueron niñas y adolescentes mujeres. 

Este dato contrasta con las cifras del primer semestre de 2021, ya que los casos de lesiones por parentesco alcanzaron el 65.96 por ciento, siendo las niñas y adolescentes las más violentadas con un registro de 92.81 por ciento. 

A este respecto, la Segob detalló que los tipos de violencias de enero a julio 2021 que más predominaron son: violencia psicológica (37.85 por ciento), violencia sexual (29.69 por ciento), violencia física (26.33 por ciento), abandono o negligencia (4.51 por ciento) y violencia económica (1.63 por ciento). 

Por otra parte, el informe destacó que durante el periodo 2018 a 2021 se registraron 4 mil 401 homicidios de niñas, niños y adolescentes (NNyA); en 2020, la tercera causa de defunción en niños (146) y sexta en niñas (120) entre 1-14 años fue el homicidio, y la primera causa de defunción en adolescentes hombres (961) de entre 15 y 17 años. 

 

Incremento en embarazos 

 

De acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), en 2020 hubo 373 mil 661 nacimientos en madres adolescentes, de los cuales, 8 mil 876 son hijas e hijos de niñas menores de 14 años. 

Niñas entre 10 y 14 años fueron embarazadas por: un amigo, un familiar, un desconocido o ex pareja. La mayoría de éstos, por violación sexual o matrimonios arreglados. Además, datos del Registro Nacional de Población (Renapo) señalan que 4 de cada 100 nacimientos son de niñas madres menores de 14 años y que las defunciones por embarazo, parto o puerperio en adolescentes mujeres de 15 a 17, ocupan el sexto lugar en motivos de muerte. 

 

Suicidios 

 

En 2020, se registró una cifra récord de suicidios de niños, niñas y adolescentes contabilizándose mil 150. Del mismo modo, la tasa de suicidios en niños, niños y adolescentes aumentó 12 por ciento (de 4.63 a 5.18) entre 2019 y 2020, llegando a un máximo histórico. 

Cabe destacar que los suicidios de niñas y niños entre 10-14 años aumentaron 37 y 12 por ciento en adolescentes mujeres entre 15 y 19 años. Asimismo, el pensamiento suicida en adolescentes aumentó de 5.1 a 6.9 por ciento de 2018 a 2020.Milenio 15/08/21). 

Como ya se ha visto, son diversas las razones que han motivado la enorme deserción escolar en el contexto de la pandemia por COVID-19, pero coincidentemente en la mayoría de ellas la falta de recursos económicos es un detonante para el abandono. Algo en lo que las autoridades de educación en nuestro país ya debieran de estar trabajando para evitar que más niños y jóvenes trunquen sus estudios por falta de dinero. 

Opinión.salcosga@hotmail.com

@salvadorcosio1 

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